Publicado el
La idea de alcanzar un gran acuerdo nacional contra la emergencia climática ha vuelto a ponerse sobre la mesa. Desde la Comunidad #PorElClima advierten que España no puede dejar pasar esta oportunidad: el país necesita un Pacto País que impulse tanto la mitigación como la adaptación al cambio climático, con la implicación activa de empresas, administraciones públicas, organizaciones sociales y ciudadanía.
La hoja de ruta que España necesita para frenar la crisis climática

Según recuerda la entidad, el Acuerdo de París, suscrito y jurídicamente vinculante para España, obliga a limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C, y a aspirar a no superar los 1,5 °C. No se trata de una opción política, sino de un compromiso internacional que exige liderazgo y corresponsabilidad.

Los procesos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la campaña Race to Zero o el propio Pacto Verde Europeo muestran que la cooperación multilateral es clave para acelerar la transición ecológica. Del mismo modo, países como Reino Unido han dado pasos firmes con instrumentos como el Climate Change Act. España, subrayan desde #PorElClima, no debería quedarse atrás.

La Comunidad #PorElClima ya reúne a miles de empresas, ayuntamientos, organizaciones y ciudadanos, demostrando que la acción climática compartida es posible cuando existe apoyo y acompañamiento. El reto ahora es elevar esa corresponsabilidad a escala nacional y consolidarla en un acuerdo duradero que trascienda legislaturas.

Mitigación y adaptación: dos caras de la misma moneda

La secretaría ejecutiva de la Comunidad #PorElClima, ECODES, defendió ya en 2023 la necesidad de un Pacto País para la Adaptación, recordando que los impactos del cambio climático afectan a infraestructuras, salud, agricultura, turismo o seguridad. Hoy esa demanda cobra más fuerza que nunca.

Adaptación y mitigación deben abordarse bajo una estrategia compartida, inclusiva y con visión de país. Tal y como señalan desde la entidad, la primera y más efectiva medida de adaptación es reducir las emisiones.

La ciencia no deja margen para la inacción

Los últimos informes del IPCC, las conclusiones del Balance Global (GST) y las previsiones del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) son claros: los impactos se aceleran. Glaciares que se derriten, subida del nivel del mar, incendios forestales más extremos, cambios en los ciclos agrícolas y pérdidas de biodiversidad ya marcan la realidad cotidiana.

El verano de 2025 lo evidencia: olas de calor más largas e intensas, sequías prolongadas y riesgos cada vez mayores para la salud pública. La conclusión es inequívoca: posponer la acción climática supondrá un coste mucho mayor en el futuro.

Un llamamiento al consenso

Desde la Comunidad #PorElClima insisten en que un Pacto País debe convertirse en una prioridad de Estado, aplicando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, clave para avanzar en la descarbonización. Este acuerdo debería servir para:

  • Asumir colectivamente el consenso científico y fijar objetivos claros (mantener el aumento de la temperatura global en 1,5 °C).
  • Traducir esas metas en políticas concretas que atraviesen todos los sectores sociales.
  • Actualizar marcos de actuación ya desfasados.
  • Blindar la acción climática frente a cambios políticos o coyunturales.

La organización recuerda, además, que no todo depende de los gobiernos o las empresas: cada persona puede aportar informándose en fuentes científicas como el IPCC o la AEMET, evitando la desinformación climática, revisando sus hábitos de consumo, movilidad y energía, y tomando decisiones responsables. En palabras de la entidad, se trata de unir al país frente al mayor desafío de nuestro tiempo: el cambio climático.

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies