La producción de alimentos ecológicos, que prioriza prácticas naturales y sostenibles, se consolida como una alternativa frente a los métodos industriales convencionales. Este enfoque, que excluye químicos, fertilizantes y modificaciones genéticas, cuida los ciclos naturales y asegura el bienestar animal. Así lo demuestra la Ecogranja La Pradera, una empresa familiar premiada en 2022 por BBVA como uno de los diez mejores productores sostenibles de España.
Enedina González, una de las responsables de la granja, resalta la importancia de cuidar de sus gallinas con respeto y dedicación. “Trabajamos con seres vivos que tienen necesidades vitales como las nuestras. Necesitan atención y paz”, comenta. Cada día, las gallinas disfrutan de actividades esenciales: pastorean al aire libre, toman el sol, se bañan en arena –un hábito que forma parte de su higiene natural– y se alimentan con pienso ecológico y vegetales de un huerto que también cumple con criterios de sostenibilidad.
La Pradera busca ser un ejemplo de economía circular y cero desperdicios. Además de su huerto ecológico y las gallinas, cuentan con una granja de lombrices que juega un papel clave en el proceso. “Las lombrices se alimentan de los restos del huerto y de los excrementos de las gallinas, produciendo humus, el mejor fertilizante natural para nuestras tierras”, explica González. Ahora están desarrollando su propio pienso para las gallinas, lo que refuerza aún más su autosuficiencia.
Cómo distinguir alimentos ecológicos
La experta comparte consejos para identificar productos realmente ecológicos:
Diferencias entre sostenible, ecológico y orgánico
Enedina también aclara conceptos que a menudo se confunden:
La producción ecológica no solo reduce el impacto ambiental –responsable de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero–, sino que también mejora la salud del consumidor. González subraya: “Volver al origen y apoyar a los productores locales es clave para una alimentación saludable”.
Además, el impacto positivo se extiende al entorno rural. “Hemos generado empleo en el pueblo y fomentado el turismo local”, destaca González. La granja también apuesta por la educación de las nuevas generaciones, mostrando que la producción ecológica no solo es sostenible, sino también una oportunidad divertida y creativa, incluso para quienes sueñan con ser “youtubers de granja”. Con su compromiso y visión integral, La Pradera demuestra que es posible producir alimentos saludables mientras se cuida del planeta y se revitalizan las comunidades rurales.