La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que el ruido derivado del transporte se posiciona como la segunda causa principal de enfermedades ambientales en Europa, siguiendo de cerca a la contaminación del aire por partículas. Además, se reconoce la relevancia de otras fuentes de ruido, como la generada por la industria, las actividades económicas y los entornos interiores. La exposición prolongada a niveles elevados de ruido conlleva graves repercusiones para la salud física y mental, destacando la necesidad de abordar este problema de manera integral.
La evidencia sobre los efectos nocivos del ruido en la salud es sólida, abarcando desde pérdida de audición hasta problemas cognitivos y estrés fisiológico. Esto se manifiesta en aumentos de la presión arterial, vasoconstricción y otros trastornos cardiovasculares y respiratorios. Aunque se han logrado avances en la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades, es imperativo mantener la atención en el ruido ambiental para reducir su impacto y continuar mejorando la calidad de vida.
Tanto la sociedad como las autoridades y los profesionales del sector de la acústica tienen un papel crucial en este desafío. Se requiere un compromiso personal para evitar comportamientos que contribuyan al problema, así como marcos regulatorios sólidos y medidas efectivas para mitigar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de todos.
En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha emprendido diversas iniciativas:
Para brindar más detalles sobre estas acciones, el MITECO llevará a cabo una jornada sobre ruido ambiental mañana, 14 de mayo, abierta a todos los interesados con inscripción previa debido a las limitaciones de aforo.