La organización no gubernamental Accem ha lanzado su informe titulado "#(Des)conectad@s: Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital". Este estudio anual destaca un aumento significativo en el uso de redes sociales por parte de los jóvenes, especialmente en plataformas como WhatsApp, TikTok e Instagram, que perciben como menos seguras debido a la creciente propagación de discursos de odio étnico-raciales.
El informe revela que los mensajes discriminatorios más comunes se centran en motivaciones racistas y referencias al color de la piel, afectando principalmente a personas negras, de origen marroquí y de etnia gitana. También destacan discursos dirigidos a niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, personas migrantes o con diversidad funcional, así como mensajes misóginos y machistas. Este fenómeno se ve impulsado por la difusión de narrativas xenófobas y racistas de influencers seguidos por muchos jóvenes.
Para abordar este problema urgente, el informe propone diversas recomendaciones. En primer lugar, destaca la importancia de crear espacios de reflexión y aprendizaje para que los jóvenes comprendan el uso seguro de las redes sociales y tomen conciencia de las consecuencias de su mal uso. Además, sugiere la implementación de iniciativas en institutos que promuevan la inclusión y la empatía.
Otra recomendación es la visibilización de nuevos referentes positivos que sirvan de modelos a seguir para jóvenes migrantes y racializados, contrarrestando así los prejuicios alimentados por los discursos de odio. La inclusión de perspectivas diversas y experiencias de personas de distintos orígenes culturales y étnicos en el currículo escolar puede contribuir a fomentar la empatía y el entendimiento entre los estudiantes.
El informe subraya que no solo debe recaer en el ámbito escolar la responsabilidad de combatir el discurso de odio, sino que también es crucial extender la sensibilización sobre diversidad y respeto a los hogares. Para lograr esto, se propone proporcionar recursos y orientación a las familias, permitiéndoles apoyar de manera efectiva a sus hijos e hijas en la comprensión de la diversidad y en la lucha contra el odio étnico-racial.
