No es llamativo que a las y los españoles les preocupe el cambio climático. 2022 es hasta ahora el año más caluroso de la historia de España desde que hay registros y 2023 parece que lo superará. En este contexto y tras la cuarta ola de calor que ha marcado este verano, es normal que la población española esté más preocupada de lo habitual por el cambio climático. La relación entre las olas de calor y el cambio climático es compleja y más que evidente. A medida que aumentan las concentraciones de gases de efecto invernadero, la temperatura promedio de la Tierra también aumenta, lo que puede conducir a un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor. El calentamiento global provoca un aumento en la probabilidad de eventos extremos, como sequías, incendios forestales y, sí, olas de calor.
El estudio de Ipsos muestra cómo la preocupación por este tema aumenta cuando las personas experimentan directamente las consecuencias del cambio climático, coincidiendo en época estival, donde las olas de calor extremas cada vez son más recurrentes, así como en meses del año donde las temperaturas no son las habituales, como puede ser el fenómeno popular conocido como “veroño”, donde en meses como septiembre y octubre se registran temperaturas más típicas de verano o cuando tenemos primaveras muy estivales, como ocurrió este año durante abril y mayo. Un incremento en la preocupación por el cambio climático también se recogió en marzo de 2020 con el estallido de la pandemia, la cual siempre estuvo muy vinculada a las alteraciones climáticas.
Además de la cuestión medioambiental, los expertos de Ipsos, explican que en el mes de agosto las cinco mayores preocupaciones de la población española se centraron en el desempleo (37%), preocupación histórica del país. Si bien es cierto que a lo largo de los últimos meses la preocupación por el desempleo ha bajado, alcanzando las cifras más bajas del histórico recogido en este estudio (desde 2013), aún así, sigue siendo el país de Europa donde más preocupa este tema.
La segunda mayor preocupación es la sanidad pública, a tan solo tres puntos del desempleo, con un 33%, un tema que hasta la pandemia no había estado entre las principales preocupaciones del país, pero que especialmente en este último año no ha dejado de ser protagonista y de estar más presente entre las inquietudes del país. Tanto es así que España se encuentra entre los tres países de Europa donde más preocupa la sanidad, junto con Hungría (50%) y Reino Unido (44%). La publicación advierte que, en tercer lugar, la inflación emerge como precoupación, con un 31%. Un tema que según van pasando los meses va perdiendo posiciones entre las preocupaciones de la población española, pero de forma muy paulatina. De hecho, España es de los países europeos analizados donde menos preocupa la inflación, junto con Suecia (26%) y Países Bajos (25%)
La pobreza y desigualdad social (26%) ocupa la cuarta posición del top 5. Seguida, por último, por el cambio climático, que aumenta tres puntos respecto al mes de julio, hasta alcanzar el 21%. Aunque es cierto que no es la cifra más alta alcanzada desde que se tienen datos, la cifra más alta se recogió en septiembre de 2022, con un 25%, sí podemos afirmar que 2023 es el año donde la gente de España se muestra más preocupada por el cambio climático, situándose la media en un 19%, tres puntos más que el año pasado en el mismo periodo, de enero a agosto.
Y más allá del cambio climático, ¿Cómo le va a España?
Sin dudas, el contexto global y nacional no es el mejor. En medio de un panorama global de policrisis, donde la incertidumbre económica siempre está presente, la investigación de Ipsos muestra que la percepción de la población española sobre la dirección de su país es mayoritariamente mala, así lo declara un 62% de la población. Aunque es cierto que cada vez más personas tienen un punto optimista, alcanzando en los últimos meses cifras muy elevadas al respecto, siendo casi 4 de cada 10 quienes afirman que la situación es buena. Tanto es así que España se posiciona dentro de Europa como el país donde más gente confía en el rumbo del país.
La buena noticia es que, si ponemos el foco en la economía, los datos son aún más positivos. Por tercer mes consecutivo España supera su cifra histórica respecto al porcentaje de población que señala que la situación económica del país es buena, con un 39%. Esto representa un aumento de dos puntos porcentuales en el último mes, subrayando una tendencia ascendente en la confianza de la población en la estabilidad económica nacional.