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Así lo muestra un Estudio de la Fundación BBVA recientemente publicado sobre Cultura política en España. El mismo afirma que las y los españoles valoran positivamente la Transición política y el funcionamiento de la democracia y sus instituciones, pero son críticos con los partidos y dirigentes políticos en el presente.
La ciudadanía española espera que el medio ambiente cobre protagonismo en las políticas públicas

Las y los españoles valoran muy positivamente la Transición política a la democracia, así como la arquitectura institucional y el funcionamiento de la democracia, las libertades y derechos individuales y sociales (como educación y sanidad), con la excepción de los derechos a una vivienda y a un empleo dignos. Esa valoración positiva convive con una percepción marcadamente critica de los partidos y sus dirigentes. Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio sobre Cultura Política realizado por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.

En medio de un escenario de profundos cambios y en pleno año electoral en España, la Fundación BBVA ha elaborado un estudio que examina un amplio conjunto de percepciones y valores asociados a diferentes dimensiones de la política. La primera parte se centra en el interés y vínculo que las y los ciudadanos establecen con la esfera política, su capacidad de influencia personal o los rasgos para ser un buen ciudadano. En un segundo bloque se analiza la visión de los españoles y españolas respecto a la Transición, la Constitución de 1978, el funcionamiento actual de la democracia y de los derechos. También se incluye el mapa de confianza en las instituciones y la percepción que los españoles tienen de los partidos, de la clase política y de posibles alianzas, así como las motivaciones y estabilidad del voto. En el bloque sobre identificación ideológica se describen los atributos, orientaciones y políticas que se asocian a las distintas ideologías. Además, se hace una valoración de contexto y de valores generales como el papel del Estado, el mercado, la desigualdad o la diversidad cultural. Un último bloque se centra en la identificación respecto a distintos ámbitos territoriales e institucionales y las preferencias sobre la organización territorial.

Cabe destacar que el diseño del estudio es anterior a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y a la convocatoria de elecciones generales. La información empírica ha sido obtenida a través de encuesta mediante entrevista personal (“cara a cara”) a una muestra de 3.123 personas representativa de la población en España. El trabajo de campo ha sido realizado por Ipsos entre el 12 de abril y el 21 de julio de 2023, con un 40% realizado antes del anuncio de Elecciones generales.

Una delas primeras conclusiones advierte que las y los españoles valoran favorablemente cómo se llevó a cabo la Transición política a la democracia en España –calificándola de media con un 6,2 en una escala de 0 a 10–. Esta valoración positiva es transversal a la mayoría de los segmentos sociodemográficos, también entre los jóvenes, aunque se incrementa con la edad y entre quienes se identifican con la derecha. También hay consenso en torno a la satisfacción sobre el funcionamiento actual de la democracia –un 66% la valora con puntuaciones de 5 o más–. Los extremos de edad (los más jóvenes y el segmento de más de 64 años), junto con los que tienen mayor nivel de estudios e interés en la política tienen una valoración más favorable.

Esa valoración positiva global se manifiesta con mayor énfasis al estimar aspectos concretos de la democracia: son mayoría quienes están satisfechos con el grado de la libertad de expresión, el respeto de las leyes y de la Constitución, el respeto de los derechos y libertades, y el nivel medio de vida alcanzado en España. Por contra, un 56% expresa insatisfacción por el tono actual del debate entre los líderes políticos (y de ellos, un 38% le da una puntuación entre 0 y 2 en una escala de 0 a 10, es decir, expresa con la mayor intensidad la desaprobación del tono del debate político).

En segundo lugar, el informe muestra que la confianza de los españoles en las instituciones es mayoritaria en el caso de las universidades, la policía, el ejército, los ayuntamientos y gobiernos autonómicos, las ONG y los tribunales de Justicia. En cuanto a los partidos políticos, los ciudadanos están mayoritariamente de acuerdo en reconocer su papel fundamental en democracia (68%), pero en una proporción similar afirman que los partidos actuales no les representan adecuadamente (63%) y todavía son más quienes creen que los partidos no prestan atención a los asuntos que de verdad importan a los ciudadanos (75%) y quienes están de acuerdo en afirmar que hay mucha corrupción en los partidos (87%).

Respecto a la vinculación de determinados valores al eje izquierda-centro-derecha, la izquierda es percibida como una orientación política vinculada al apoyo a la mujer, los desempleados, la juventud, los pensionistas, el sistema sanitario público, la lucha contra el cambio climático, la defensa de los animales, la redistribución de la riqueza, así como a los valores de igualdad, solidaridad, tolerancia y libertad individual. También aparece identificada con la defensa de los intereses de la clase baja.

La derecha es percibida como una orientación asociada principalmente a los valores de orden y tradición, los valores religiosos y los principios morales, la familia, el patriotismo, el respeto de la propiedad privada, la economía de mercado y el control de la inmigración. Es percibida también como defensora de los intereses de la clase alta. El rechazo del terrorismo se asocia preferentemente a la suma de la derecha y el centro.

Una de las conclusiones más contundentes a la que arriba el estudio es que las y os españoles creen, con intensidad variable, que hay desigualdad social en España: un 44% cree que existe mucha y un 47% que bastante. La mayoría responsabiliza al mercado, pero también son mayoría (55%) quienes consideran que es posible compaginar el funcionamiento del mercado con la corrección de las desigualdades. En cuanto a la desigualdad entre hombres y mujeres: un 31% cree que existe poca o ninguna un 42% percibe bastante y un 26%, mucha.  Además, la mayoría está a favor de aumentar el gasto dedicado a luchar contra el cambio climático (61%) y la preservación del medio ambiente (60%). La mayoría de los españoles cree que es necesario priorizar el medio ambiente, aunque ello pueda afectar al crecimiento económico (55%), preferencia que se incrementa entre el segmento de izquierda (63%) y se reduce en el de derecha (46%). (D 57 Y 67)

Finalmente, a modo de cierre, es posible afirmar que el Estudio de Cultura Política en España 2023 de la Fundación BBVA documenta una valoración positiva general sobre la Transición política, el marco constitucional y el funcionamiento de la democracia y la garantía de los derechos, así como un consenso sobre que el papel de los partidos políticos es fundamental para la democracia y que el ejercicio del derecho al voto es la vía más eficaz para influir y mostrar el acuerdo/desacuerdo con las políticas de los gobiernos. Esa percepción convive con un significativo nivel de distancia y desafección de la ciudadanía con la esfera política y una visión crítica de los partidos políticos y sus dirigentes.

Asimismo, hay una preferencia general por el multipartidismo y la mayoría se declara a favor de la formación de gobiernos de coalición. Una mayoría relativa considera que sería positivo que el PSOE y el PP pudieran llegar a un pacto y gobernar juntos. Esta preferencia, sin embargo, convive con una mirada pesimista acerca de la posibilidad de que, de facto, la derecha y la izquierda puedan llegar a acuerdos sobre los grandes temas. 

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