La emergencia climática no entiende de fronteras. Todas las personas somos vulnerables ante los efectos del cambio climático. Concretamente, América Latina y el Caribe es una región especialmente vulnerable a la basura marina y a otras amenazas medioambientales y, sin embargo, 3,7 millones de toneladas de contaminación plástica entraron en el océano procedentes de países de la región en 2020, según datos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
La contaminación por plástico es un problema ambiental grave que requiere esfuerzos colectivos para abordarlo. Algunas medidas que se pueden tomar para detener o reducir la contaminación por plástico son:
Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en todo el mundo, la mitad de las cuales están diseñadas para ser utilizadas una sola vez. De esa cantidad, menos del 10% se recicla, según datos de la ONU. Se calcula que entre 19 y 23 millones de toneladas acaban anualmente en lagos, ríos y mares. Aunque todavía queda mucho por hacer, 27 de los 33 países que conforman la región latinoamericana han aprobado leyes nacionales o locales para la reducción, prohibición o eliminación de los plásticos de un solo uso. Algunas iniciativas en marcha son las siguientes:
Argentina: El país aprobó una resolución en 2019 que establece directrices nacionales para abordar la producción, uso, gestión de residuos y reducción de la contaminación del plástico y su impacto en el medio ambiente. En 2020, aprobó una ley que prohíbe la producción, importación y comercialización de productos cosméticos y de higiene personal que contengan microesferas de plástico agregadas intencionalmente para exfoliar, incluyendo lociones, productos de maquillaje, pasta de dientes, esmalte de uñas y jabón, entre otros productos.
Chile: Fue el primer país de Sudamérica en prohibir el uso de bolsas de plástico en 2018. Además, en 2021 entró en vigor la Ley de Plásticos de un Solo Uso, que prohíbe las pajitas, agitadores y palillos en establecimientos de alimentación.
Colombia: El Plan Nacional para la Gestión Sostenible de Plásticos de un Solo Uso tiene como objetivo garantizar que el 100% de los plásticos de un solo uso comercializados sean reutilizables, reciclables o compostables para 2030. En 2022, el país aprobó un proyecto de ley para prohibir 14 tipos de plástico, entre ellos las bolsas de plástico, las pajitas y los envases de frutas y verduras.
Costa Rica: Presentó su Plan Nacional de Residuos Marinos 2021-2030, que pretende reducir la cantidad de residuos terrestres que llegan al mar, incluidos los plásticos, en colaboración con organizaciones y comunidades.
Ecuador: El país está transformando las Islas Galápagos en un archipiélago libre de plástico, y eliminó gradualmente las bolsas de plástico, las pajitas, los envases de polietileno para llevar y las botellas en 2018.
Guatemala: Está utilizando biovallas, fabricadas con desechos plásticos recuperados, para recoger los residuos plásticos de los ríos, lo que permite a las comunidades recogerlos y reciclarlos. Las vallas se extienden desde el otro lado del río y evitan que la contaminación plástica fluya hacia el mar. Honduras, la República Dominicana y Panamá también han introducido esta solución medioambiental.
México: En 31 de los 32 estados en México se han establecido prohibiciones y restricciones a diferentes productos de un solo uso, como bolsas y pajitas de plástico desechables y productos fabricados con poliestireno expandido, así como a los microplásticos añadidos a los productos de cuidado personal. Además, 13 estados y 21 municipios forman parte de la campaña Mares Limpios.
El gobierno mexicano está elaborando un Plan de Acción Nacional sobre Basura Marina y Contaminación por Plástico impulsado por una política basada en la ciencia y está desarrollando su primer Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación por Plástico, como base para el Plan. Por otra parte, la Ciudad de México reforzó su compromiso para eliminar la contaminación de este material al convertirse en la primera megalópolis de la región en unirse al Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico, estableciendo una línea base de acción con respecto a los residuos, al tiempo que fortalece la innovación y avanza hacia la promoción de una economía circular.
Panamá: Panamá prohibió las bolsas de plástico en 2019 y también lanzó el Plan de Acción Nacional de Basura Marina de Panamá 2022 - 2027. El Plan busca eliminar la generación de desechos marinos, que amenazan la biodiversidad y los ecosistemas costeros y marinos, involucrando y uniendo los esfuerzos de tantos actores nacionales como sea posible. En 2020, reguló la reducción y sustitución progresiva de plásticos de un solo uso por alternativas sostenibles fabricadas con materiales reutilizables, reciclables, biodegradables o compostables, que generan un menor impacto sobre el medio ambiente y la salud. En 2021, prohibieron 11 productos plásticos, entre ellos platos desechables, bolsas, fundas de lavandería y envases de huevos.
Uruguay: Uruguay lanzó el "Desafío: Libre de plásticos de un solo uso" en 2022, un programa voluntario que promueve la reducción de residuos plásticos, en particular los residuos plásticos con una vida útil corta y opciones de sustitución fáciles. Se trata de una iniciativa destinada a sectores como el comercio minorista, el turismo y el comercio. El país también aprobó una ley que establece que los fabricantes, embotelladores e importadores de bebidas no alcohólicas que vendan sus productos en envases de plástico sólo podrán hacerlo en envases que contengan al menos un 40% en peso de material reciclado a partir de enero de 2025.