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Este es uno de los impactantes datos que se desprenden del Índice de Instituciones Sociales y Género 2023 (SIGI) del Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que mide la discriminación en leyes, costumbres y actitudes y que se han presentado en Madrid en un acto organizado con la Fundación Microfinanzas BBVA en Casa de América.
Casi la mitad de la población mundial cree que los hombres tienen más derecho a trabajar que las mujeres

Aunque parezca impensado, en pleno siglo XXI, el 45% de la población mundial piensa que los hombres tienen más derecho que las mujeres a trabajar. Si bien ha habido grandes avances en materia de igualdad, esto es una prueba más de que aún queda un largo camino por recorrer. Así lo advierte el Índice de Instituciones Sociales y Género 2023 (SIGI) del Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que mide la discriminación en leyes, costumbres y actitudes y que se han presentado en Madrid en un acto organizado con la Fundación Microfinanzas BBVA en Casa de América. SIGI es un índice en el que 0 es nula discriminación y 100 es absoluta discriminación. Bélgica lidera, con una discriminación de solo 7,6. Le siguen Suecia y España con una puntuación de 9,2 (Suecia aparece en segundo lugar por centésimas), Italia con 9,4 y Taiwán con 9,5. La media del mundo es 30, la de Europa 15 y la de países OCDE 16.

España, aunque obtiene una buena puntuación en general, aún tiene mucho por hacer para alcanzar la igualdad de género en algunos indicadores como que las mujeres invierten más del doble de horas en trabajo no remunerado: 5 frente a 2 en el caso de los hombres. Un indicador en el que en nuestro país puntúa peor que la media europea y que los países de la OCDE, situándose en la media mundial. Otro indicador en el que España tampoco sale bien parada, se refiere a la brecha de género en los puestos de alta dirección, que están ocupados en un 82% por hombres, aunque en este caso es similar a la media europea.

América Latina presenta niveles de discriminación más bajos que Asia o África 

El informe advierte que Latinoamérica tiene un nivel de discriminación de 22, por debajo de la media mundial y mucho más bajo que Asia con 38 o África con 41. De hecho, en la anterior edición del SIGI en 2019, solo había 3 países con niveles muy bajos de discriminación. En la edición de 2023, hay 8 países (5 más). Además, Chile y Paraguay han pasado de un nivel medio de discriminación a un nivel bajo.

Los países más destacados según los datos analizados por los expertos son: Costa Rica con una puntuación de 11, seguido por República Dominicana con 15 y Panamá con 16, son los tres países mejor calificados de la región. Mientras que Perú obtiene una puntuación de 22, Colombia de 24 y Chile de 28.

En América Latina y el Caribe se ha avanzado en los últimos años, en particular en cuanto a la participación política de las mujeres; de hecho, hay un 35% de mujeres en los parlamentos y es la región en la que este promedio es más elevado. También reflejan ese avance datos como que, frente al 42% de personas que en el mundo piensa que los hombres son mejores administradores de empresas que las mujeres, en América Latina y el Caribe este porcentaje baja hasta un 21%. Sin embargo, hay aspectos en los que la región está más rezagada, como la licencia por paternidad que es aún muy limitada.

En este escenario, fue la OCDE quien destacó en uno de esos análisis a la Fundación Microfinanzas BBVA como la entidad filantrópica que más contribuye a la igualdad de género para el desarrollo, por su actividad en América Latina, donde atiende a más de un millón seiscientas mil mujeres vulnerables.

En palabras de Javier M. Flores, director general de la Fundación Microfinanzas BBVA: “la igualdad de género es una prioridad si queremos alcanzar un desarrollo económico y social, verdaderamente sostenible e inclusivo, que nos beneficie a todos” y ha resaltado la importancia de SIGI ya que “estas discriminaciones perpetúan las brechas de género en otros ámbitos, como la desigualdad de ingresos, y frenan el progreso; para acelerarlo hay que medir y hacer visibles algunas cosas invisibles.”

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