Para transformar una realidad, primero hay que conocerla. La desigualdad de género hacia dentro de las parejas es una problemática sobre la que muchas veces no se habla. La corresponsabilidad en las tareas de cuidado se refiere a la distribución equitativa de responsabilidades entre hombres y mujeres en el cuidado de personas dependientes, ya sea en el ámbito doméstico o laboral. Este concepto ha cobrado importancia en los últimos años, ya que se ha evidenciado que las mujeres suelen cargar con la mayor parte del trabajo de cuidado, lo que puede limitar su participación en el mercado laboral y perpetuar desigualdades de género.
Coincidiendo con el Día Nacional de la Conciliación y la Corresponsabilidad que se celebra hoy, 23 de marzo, Laura Sagnier, investigadora con más 30 años de experiencia en market intelligence y cuatro años como activista pro-igualdad de oportunidades para las mujeres, da a conocer los resultados agregados de las parejas que ya se han beneficiado del “Termómetro de la equidad”.
Se trata de una herramienta desarrollada por Sagnier y su equipo, que permite medir de forma objetiva si el reparto de responsabilidades en las parejas que conviven es o no equitativo, incluyendo tanto el trabajo remunerado como los trabajos no remunerados de la casa y el cuidado de las personas que en ella viven. La versión más actualizada del “Termómetro”, ya está disponible para su uso.
¿Para qué sirve el “Termómetro de la Equidad”?
El fin último de esta iniciativa es lograr que mujeres y hombres sean conscientes de que, si no hay igualdad en casa, conseguir que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres en el resto de los ámbitos de la vida, es una utopía.
Hasta la fecha, entre los países de los cuales han participado en la encuesta, los resultados muestran que en Argentina y España donde en las parejas que conviven hombre y mujer las “equitativas” son similares (31,66 y 31,34% respectivamente) y Chile con apenas el 24,04%. Para el conjunto de los 24 países, las “equitativas” son el 29.83%. El dato más alarmante es sin duda el que resulta de comparar cuántas parejas son “equitativas” entre las heterosexuales que no tienen descendientes con las que tienen algún hijo/a menor de edad: 35% frente al 26%, respectivamente. La experta afirma que nueve puntos es la factura que, en términos medios, la maternidad pasa a la equidad.
Otro dato importante que emerge del estudio, en relación al reparto entre varones y mujeres de los distintos tipos de cargas familiares es que las mujeres se responsabilizan más que los hombres de todas las tareas no remuneradas (ellas hacen, en media, el 58% de las tareas de la casa; el 60% del cuidado y educación de los hijos/as y el 67% de la carga mental), mientras que, en el trabajo remunerado, son ellos los que asumen el mayor peso (el 45% ellas frente al 55% ellos). Datos que son sobre todo relevantes por el hecho de que han sido respondidos de forma consensuada entre los dos miembros de la pareja.
Actualmente, han realizado el test cerca de 4.900 parejas de 24 países y su uso se ha extendido también a nivel profesional: hasta hoy tres terapeutas de pareja y expertas sexólogas lo están recomendando y usando en su consulta. Asímismo empresas de diversos sectores se lo están ofreciendo a las personas de sus equipos para que puedan medir la “equidad” en sus respectivos ámbitos privados. Al clasificar a las parejas, han resultado ser “equitativas” apenas el 30%. Entre las parejas que son no “equitativas” aquellas en las que “ella hace más que él” han resultado ser casi el triple que aquellas en las que “Él hace más que ella” (51% frente al 19%).
Aún y así hay signos de evolución positiva en favor de la “Equidad” ya que en las parejas en que conviven un hombre y una mujer, las “equitativas” aumentan en aquellas que llevan menos tiempo conviviendo frente a las que llevan más tiempo: con menos de cinco años conviviendo, 32%; entre 5 y 20 años, un 29% y de las que llevan más de 20 años, un 26%. “Si quieres que tus hijas, nietas, sobrinas, ahijadas… tengan las mismas oportunidades en la vida que los hombres de su generación, hay que empezar por darles ejemplo de “equidad” en casa.”, concluye Laura Sagnier.