El informe recientemente publicado advierte que, de acuerdo con los datos disponibles de Environmental Finance, las incertidumbres y vaivenes sufridos por las economías mundiales, las empresas y los mercados financieros en 2022 tuvieron también su impacto en el mercado global de financiación sostenible que se debilitó en 2022, con una reducción en la emisión de bonos de carácter sostenible del 23% y un volumen total de 865.000 millones de dólares.
Según los expertos del Observatorio, esta relativa ralentización del mercado de la financiación sostenible, acorde con la experimentada en la financiación corporativa e institucional se explica por un complicado marco global marcado por la disrupción del comercio post pandemia con las consiguientes dificultades logísticas y de suministro, la Guerra de Ucrania y la profunda complicación del esquema de equilibrios geopolíticos, y el alza súbita de la inflación originada por las dificultades de aprovisionamiento energético que transformó la política monetaria expansiva en una de carácter restrictivo que comporta una subida de los tipos de interés a ambos lados del Atlántico, y la amenaza de la recesión.
Sin embargo, según los datos analizados, el informe explica que el mercado de financiación sostenible en España volvió a alcanzar un nuevo récord, con una cifra total de 60.134 millones que representa un incremento del 9%. Este importante repunte, advierten los analistas, se genera principalmente por el crecimiento de la financiación bancaria. Este canal ha contado con una buena accesibilidad en contraste con los mercados de capitales, cuyas condiciones y volatilidad han dificultado su acceso durante varios periodos del año.
Uno de los datos más elocuentes que se desprende de las conclusiones del estudio es que el crecimiento en todas las categorías de préstamos y créditos sostenibles ha sido del 64%, superando los 30.000 millones de euros. Este crecimiento ha compensado la caída de la financiación vía bonos, de un 24%, con una emisión conjunta de 21.777 millones de euros. A estas dos categorías principales hay que incorporar los más de 8.000 millones captados vía capital y a través de notas y pagarés a corto plazo. Otro dato interesante que muestra el estudio es que, el crecimiento en todas las categorías de préstamos y créditos sostenibles ha sido del 64%, superando los 30.000 millones de euros. Este incremento ha compensado la caída de la financiación vía bonos, de un 24%, con una emisión conjunta de 21.777 millones de euros.
Por su parte, el documento afirma que, en 2022, y por primera vez, el segmento de Préstamos ligados a la sostenibilidad, con un acumulado de casi 19.000 millones, supera al segmento de Bonos Verdes, que se redujeron un 9% hasta los 16.552 millones de euros. Con respecto a las entidades financieras, se observa que la emisión individual de mayor tamaño fue la de BBVA, con una operación de 1.250 millones de euros. Por su parte, CaixaBank por tres veces, Comunidad de Madrid, Iberdrola y Telefónica realizaron operaciones de 1.000 millones de euros.
Finalmente, por sectores de actividad, el de mayor peso en la emisión de bonos verdes o sostenibles fue el sector financiero con el 41% del volumen emitido -8.877 millones- debido principalmente a condiciones técnicas y de cumplimiento de ratios de capital que han propiciado el importante recurso al mercado de este sector. A continuación, figuran el Sector Público, que, incluyendo las tres subastas de la emisión del Bono Verde del Tesoro, alcanzó los 6.932 millones de euros y una cuota del 32%, así como el Corporativo, con 5.968 millones y el 27%.