El Banco Mundial ha anunciado las medidas que tiene previsto tomar como parte de una respuesta integral y a nivel mundial ante la crisis por la que actualmente atraviesa la seguridad alimentaria, para lo cual se destinarán aproximadamente 30.000 millones de dólares para proyectos existentes y nuevos en ámbitos tales como la agricultura, la nutrición, la protección social, el agua y el riego. Este financiamiento incluirá iniciativas tendientes a fomentar la producción de alimentos y fertilizantes, mejorar los sistemas alimentarios, facilitar un mayor nivel de comercio y apoyar a hogares y productores en situación de vulnerabilidad.
La respuesta del Grupo Banco Mundial abordará las siguientes cuatro prioridades:
- Respaldar la producción y a los productores: Se tomarán medidas para mejorar la producción de la próxima temporada eliminando las barreras comerciales a los insumos, haciendo hincapié en el uso más eficiente de los fertilizantes y reorientando las políticas y los gastos públicos para brindar un mejor apoyo a los agricultores y a los productos.
- Facilitar el aumento del comercio: Se generará consenso a nivel internacional (G-7, G-20 y otros) y compromiso para evitar las restricciones a las exportaciones que aumentan los precios de los alimentos mundiales y las restricciones a las importaciones que desalientan la producción en los países en desarrollo.
- Apoyar a los hogares vulnerables: Se ampliarán programas de protección social específicos que tengan en cuenta cuestiones de nutrición y se renovarán los mecanismos de financiamiento para respuestas tempranas.
- Invertir en seguridad alimentaria y nutricional sostenible: Se fortalecerán los sistemas alimentarios para hacerlos más resilientes al aumento de los riesgos (conflictos, clima, plagas y enfermedades), a las interrupciones del comercio y a las crisis económicas, para lo cual se buscará lograr un equilibrio entre las necesidades inmediatas o a corto plazo y las inversiones a largo plazo.
Cabe destacar que el Banco Mundial ya está trabajando con países en la elaboración de proyectos nuevos para responder a la crisis de la seguridad alimentaria. Mediante dichos proyectos se prevé apoyar la agricultura, brindar protección social para amortiguar los efectos del aumento de los precios de los alimentos y respaldar proyectos relacionados con el agua y el riego, destinando la mayor parte de los recursos a las regiones de África y Oriente Medio, Europa oriental y Asia central y Asia meridional.
David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, expresó “El aumento de los precios de los alimentos tiene efectos devastadores sobre los más pobres y vulnerables. Para orientar y estabilizar los mercados, es sumamente importante que los países realicen declaraciones claras ahora sobre futuros aumentos en la producción en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Los países deben emprender una labor coordinada tendiente a aumentar el suministro de energía y fertilizantes, ayudar a los agricultores a incrementar las actividades de plantación y el rendimiento de los cultivos, y eliminar las políticas que bloquean las importaciones y exportaciones, desvían alimentos para la producción de biocombustibles o fomentan el almacenamiento innecesario”.