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Lo que comúnmente llamamos calor inesperado es en realidad uno de los principales efectos de la crisis climática. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la intensa ola de calor que azota Europa actualmente viene del norte de África y es una de las consecuencias más palpables del cambio climático.

Estamos viviendo el verano menos caluroso de nuestras vidas. Aunque parezca impensado, ciertamente, las temperaturas aumentarán cada vez más con el paso del tiempo. El calor extremo que se está viviendo en muchos países europeos no es casualidad, es uno de los efectos más palpables de la crisis climática en la que estamos inmersos.

Los expertos explican que, como consecuencia del cambio climático, las olas de calor empiezan antes y son cada vez más frecuentes y graves debido a las concentraciones récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor. Lo que estamos presenciando hoy es un anticipo del futuro. Un futuro poco prometedor en materia climática.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la intensa ola de calor que azota Europa en estos momentos viene del norte de África. Un sistema de bajas presiones del Atlántico entre las Azores y Madeira está alimentando el frente cálido, empujándolo hacia el oeste de Europa. Concretamente, las temperaturas que se han registrado últimamente demuestran la magnitud del problema. A pesar de que solo estamos a mediados de junio, en algunas partes de España y Francia las temperaturas son, de media, más de 10 grados centígrados ) por encima de la media para esta época del año.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, sostiene que la frecuencia de ciertos tipos de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos va en aumento debido al cambio climático y varios estudios de atribución han demostrado que este ha hecho más intensos muchos fenómenos recientes. En este sentido, el Grupo prevé que, con 1,5 ºC de calentamiento global, aumentarán las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las frías. Con 2 °C de calentamiento global, los extremos de calor alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud, según el informe.

En nuestro país, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de España (AEMET) señala que en la tercer semana del mes de junio las temperaturas en el interior del país han superado los 40ºC en algunas zonas, llegando a alcanzar los 43ºC en la provincia de Toledo (Talavera de la Reina), en el centro de España, los días 15 y 16 de junio. Además, la portavoz de la OMM alertó del riesgo de incendios forestales especialmente en España. Sumado a esto, nuestro país, al igual que Portugal, sufre una situación de sequía severa que afecta al 97% del territorio. Este último país registró su mayo más cálido desde 1931, añadió la OMM.  Por otra parte, los investigadores advierten que las alertas de sequía son una preocupación añadida en gran parte de Europa occidental, ya que no se prevén lluvias significativas en el continente en los próximos días, aparte de tormentas aisladas.

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