La consciencia medioambiental es cada vez más importante en el mundo entero. Esta trasformación cultural que estamos experimentando se traduce de manera directa en las elecciones de consumo. En este escenario de constantes cambios, entre septiembre y octubre de 2021, Deloitte encuestó a más de 26.000 consumidores en 25 países para explorar las opiniones sobre una variedad de cuestiones críticas que afectan al sector de la automoción, incluido el desarrollo de las tecnologías avanzadas. El objetivo general de este estudio anual es responder a responder a preguntas que pueden ayudar a las empresas a priorizar y posicionar mejor sus estrategias de negocio e inversiones.
A partir de esta investigación, Deloitte publicó, a finales del pasado mes de marzo de este año, el estudio “2022 Global Automotive Consumer Study”. El documento recoge las opiniones de los usuarios sobre algunas de las principales temáticas relacionadas con la industria como las tecnologías avanzadas, la electrificación o la intención de compra del futuro vehículo, así como las principales aplicaciones móviles y servicios de movilidad utilizados por los usuarios.
La movilidad sostenible ha llegado para que quedarse. El informe advierte que el 63% de las y los consumidores españoles elegiría un híbrido o un eléctrico si tuvieran que adquirir un nuevo vehículo. En concreto, el 34% optaría por un híbrido, el 20% por un híbrido enchufable y el 9% por un modelo totalmente eléctrico. Le siguen los modelos de gasolina/diesel con un 35%. En nuestro país, los principales motivos de los consumidores a la hora de decidirse por un modelo electrificado son la concienciación medioambiental, el ahorro en combustible, la preocupación por su salud, la mejor experiencia de conducción o el menor mantenimiento, entre otros. Por otro lado, a los usuarios todavía les preocupa algunos aspectos del coche totalmente eléctrico como la autonomía limitada de los vehículos, la falta de infraestructuras públicas de recarga y el elevado coste. Respecto al lugar en el que recargar el coche eléctrico, el 65% optaría por estaciones de recarga públicas, el 15% lo haría en casa y únicamente un 12% en su lugar de trabajo.
Otra importante conclusión a la que arriba el informe es que, si la electricidad destinada a la movilidad fuera igual de cara que los combustibles fósiles, el 43% de los encuestados se replantearía la adquisición de un vehículo electrificado, mientras que el 41% seguiría interesado en su compra. Jordi Llidó, socio responsable del sector de Automoción y de Fabricación de Deloitte, afirma que “la industria automotriz continúa demostrando su resiliencia durante una pandemia que ha afectado prácticamente a todos los aspectos del negocio. A pesar de estos desafíos, la industria se mantiene notablemente comprometida con la movilidad eléctrica. El creciente interés de los consumidores por la sostenibilidad y los incrementos de precio de los combustibles fósiles, representan una oportunidad para el sector de cara a hacer una apuesta decidida por la electrificación. Los fabricantes de automóviles deben comunicar esta propuesta de valor a los consumidores y fortalecer las infraestructuras de carga necesarias para impulsar aún más su éxito en el mercado y permitir un futuro verdaderamente electrificado”.
El documento también recoge las principales tendencias en materia de movilidad por parte de los consumidores y destaca el uso que hacen de las aplicaciones móviles vinculadas con el sector. En este sentido, las apps más utilizadas son las de mapas y planificación de viajes, seguidas por las de transporte público. Los usuarios tienen en cuenta especialmente el precio y la facilidad de uso a la hora de escoger una app de movilidad.
Respecto a los servicios de movilidad, el 31% de los encuestados no utiliza varios modos de transporte en un mismo viaje, mientras que el 18% lo hace de manera muy esporádica. El 43% de los encuestados utiliza el coche diariamente, muy por encima del transporte público (9%) u otras opciones como los VTC o el transporte público bajo demanda. En este sentido, el 63% cree que el vehículo particular cubrirá sus necesidades de movilidad en un futuro y el 45% confía en los fabricantes de automóviles como proveedores más fiables para ofrecer una solución “vehículo como servicio”.
Finalmente, acerca de la experiencia de compra, la investigación concluye que la pandemia no parece haber afectado a la intención de compra de un vehículo por parte de los consumidores españoles. Así, el 72% de los que tenían previsto adquirir un coche lo harán según lo planeado. Respecto a la forma de pago, los usuarios se decantan principalmente por un contrato de préstamo (47%), frente al pago en efectivo (40%). Asimismo, el estudio de Deloitte destaca que un 84% de los compradores prefiere comprar un coche en el concesionario antes que hacerlo de forma online. Los usuarios subrayan la necesidad de ver y/o probar el nuevo vehículo o tratar con una persona real que resuelva sus dudas.