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La cuarta edición del Estudio comparativo sobre los Estados de Información no Financiera (EINF) del IBEX-35 elaborado por Ernst & Young (EY), líder mundial en servicios de auditoría, muestra que el 76% de estas empresas ya cuenta con una comisión específica en el Consejo para supervisar la información no financiera, porcentaje que ha crecido 32 puntos con respecto al ejercicio anterior. Además, la investigación revela que el 35% de las compañías analizadas cuenta con perfiles especialistas en ESG en su Consejo de Administración. Por otra parte, se observa que el análisis de los Estados de Información no Financiera muestra un avance mayor en materia de Gobierno corporativo y medioambiente, frente a la información social.
El Ibex-35 crece en materia de información no financiera

La cuarta edición del “Estudio comparativo sobre los Estados de Información no Financiera (EINF) del IBEX-35” elaborado por  EY muestra, en términos generales, una evolución constante en materia de información no financiera desde 2018 hasta hoy. No solo por parte de las compañías, sino también por parte de los legisladores y prescriptores: más estándares, más índices, más regulación y más profesionalización. Lo que el estudio denomina una “hiperactividad ESG (Environment, Social, Governance, por sus siglas en inglés)”.

Expertos de EY parten de la hipótesis acerca de que el año 2022 supondrá el fin de la importancia de la narrativa sobre sostenibilidad y el comienzo de su integración en la contabilidad. Frente a la visión tradicional del binomio “rentabilidad-riesgo”, para la toma de decisiones sobre las empresas evolucionaremos al trinomio “rentabilidad-riesgo-impacto” a partir de información homogénea, objetiva y fiable. La información no financiera de las compañías también debe contribuir a esa misión y mostrar cómo éstas son capaces de generar valor a largo plazo.

Cuando la UE aprobó la Directiva 2014/95 sobre divulgación de información no financiera y diversidad, el mensaje que se trasmitía a las compañías europeas empezaba a ser claro: en el medio plazo la información financiera y la información no financiera aquella relacionada con los aspectos ESG deberían ir equiparándose progresivamente en transparencia, calidad, profundidad y fiabilidad. La pregunta que guía el estudio es ¿Cómo ha evolucionado la información no financiera desde la aprobación de aquella directiva hasta hoy?

Concretamente, la investigación afirma que las empresas del IBEX-35 siguen avanzando –y a buen ritmo-  en la presentación de sus Estados de Información no Financiera (EINF) con un crecimiento notable en aspectos como riesgos, gobierno corporativo y medioambiente, aunque con posibilidad de mejorar en ámbito social.  En primer lugar, el informe muestra que el progreso que se ha producido en la implantación de los temas de sostenibilidad entre las preocupaciones de los órganos de gobierno es muy considerable: si en 2019 el 44% de las empresas del IBEX35 contaba en su Consejo de Administración con una Comisión con responsabilidades específicas en materia de Sostenibilidad, en 2020 son ya un 76%, es decir, casi el doble. La proliferación de órganos de control en el Consejo de Administración y en la Alta Dirección hace que los temas de sostenibilidad sean tomados en cuenta de forma constante y vinculada a la gestión global de la compañía. Por su parte, un 35% de las empresas ya menciona contar con Consejeros especialistas o con experiencia en aspectos ESG y el 85% de las empresas del IBEX-35 afirma tener un Comité de Sostenibilidad a nivel de Alta Dirección o una representación constante del departamento de Sostenibilidad en el Comité de Dirección.

Entre sus principales resultados, en esta edición destacan la mayor presencia de la sostenibilidad en las atribuciones y actuaciones de los órganos de administración de la compañía. Por ejemplo, el 85% de las empresas incluye los riesgos relacionados con el medioambiente en su análisis de riesgos (76% en 2019), el 44% ya ha incorporado criterios ESG en la remuneración de sus órganos de gobierno y el 94% cuenta con una estrategia de sostenibilidad a corto plazo. El 100% de las empresas del IBEX-35 reportan en su informe contar con un Código Ético o de Conducta para regir el comportamiento interno de todos los miembros de la compañía. El 97% de las empresas cuenta también con políticas contra la corrupción, el fraude y el soborno, así como modelos de prevención de delitos. Por otro lado, es reseñable que también que el 94% de estas empresas menciona en su informe disponer de Política de Diversidad o equivalentes, aunque en lo que a empleados se refiere, se encuentran cifras más bajas con respecto a la Política de Seguridad y Salud, un 71%.

Vinculado a temas medioambientales, el estudio asevera que existen importantes avances en materia de transición energética. La totalidad de las compañías analizadas informan de sus medidas de eficiencia energética, y ya un 82% de las empresas ofrecen información sobre el uso de energías renovables. También, un 79% de las empresas cotizadas reporta información relativa a las emisiones de alcance 3, y el 97% muestra sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Grado de madurez de la información en ascenso

Además de analizar de qué informan las compañías en materia de información no financiera, el equipo de Sostenibilidad de EY ha profundizado en el nivel de madurez de los indicadores incluidos en los EINF. Para llegar a hallazgos en este sentido, se utilizó la herramienta “Maturity Assessment Tool” de EY a partir de la cual se han contemplado un total de 25 aspectos repartidos en seis áreas temáticas a saber: gobierno, medioambiente, empleados, sociedad, derechos humanos y cadena de suministro. A cada uno de estos aspectos se les ha otorgado una nota de 1 a 5 en función de su madurez. A nivel general, la puntuación media del estado de gestión de los asuntos no financieros en el IBEX-35 es de 2,3, lo que les sitúa en el nivel Asentado, dado que los informes de las empresas analizadas han reflejado un nivel de transparencia adecuado, un desempeño moderado y unos mecanismos de gestión que cubren todos los elementos fundamentales.

A nivel temático, el aspecto cuyo estado de gestión obtiene una puntuación mayor es el de Gobierno de la Sostenibilidad, con 2,9, seguido por Sociedad (2,6) y Medioambiente (2,5). En cuanto a las áreas menos desarrolladas, estas serían Empleados (1,9) y Derechos Humanos (1,7). Por sectores, el energético es que el refleja una mayor madurez a nivel general con una puntuación de 2,9. Mientras en los aspectos de Políticas Corporativas (4,3) y de Corrupción y Soborno (3,4) se observa la mayor madurez de todos los aspectos estudiados, las mayores oportunidades de mejora se encuentran en los ámbitos de Economía Circular (1,0), Conciliación y Desconexión (1,2), Inclusión y Accesibilidad (1,2), Igualdad en los órganos de gobierno (1,3), Derechos

Otra importante conclusión que se desprende de la investigación realizada por la consultora es que el 100% de las empresas del IBEX-35 ha presentado sus EINF con un nivel de verificación de aseguramiento limitado y sobre los cuales no se han emitido salvedades. Además, el 12% cuenta con algunos indicadores particulares verificados con aseguramiento. Para que esta proporción aumente en favor de la segunda opción es imprescindible que las compañías avancen en sus sistemas de control interno de la información no financiera.  Finalmente, en la cuarta edición de este informe se confirma la heterogeneidad en la forma de medir la información no financiera. En el 90% de los casos, el cálculo y reporte de los indicadores se realiza de dos o más formas diferentes, lo que sigue generando confusión y dificulta la comparabilidad entre la información reportada por las empresas. 

Para Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, “las empresas del IBEX-35 siguen realizando un gran esfuerzo para reducir progresivamente la brecha existente entre los mecanismos de control de la información no financiera y los de la información financiera. Sin embargo, el año 2022 supondrá el fin de la importancia de la narrativa sobre sostenibilidad y el comienzo de su integración en la contabilidad ante el auténtico “tsunami” regulatorio para al que se enfrentan. Así, por ejemplo, -continúa - el reporte de la información relativa a la Taxonomía de la UE será obligatorio para las cuentas del año fiscal 2021, incluyendo el porcentaje de su facturación proveniente de productos o actividades sostenibles y qué proporción de sus gastos de capital y operativos están vinculados a activos y actividades sostenibles. A esto hay que sumar el impacto de la nueva directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la Unión Europea (CSRD), que será de obligado cumplimiento a partir del año fiscal 2023”.

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