No caben dudas de que la biodiversidad es imprescindible para asegurar un futuro sostenible e inclusivo. Además de ser clave para asegurar la salud de la humanidad y salvaguardar la seguridad alimentaria, contribuye al sustento de las dietas saludables y nutritivas, mejora los medios de subsistencia rurales y refuerza la resiliencia de las personas y comunidades en todo el mundo.
Pese a su vital importancia, su preservación está en peligro: con el 86% de las especies en riesgo, los expertos en biodiversidad alertan sobre la responsabilidad de la acción humana en esta amenaza. Ante esta situación, y comprometidos con la promoción del equilibrio económico, social y medioambiental, BBVA y El Celler de Can Roca han emprendido un nuevo proyecto para profundizar y documentar la importancia de la biodiversidad agrícola.
La iniciativa pone el acento en la alarmante pérdida de diversidad de los cultivos. Así, a través de ‘Sembrando el futuro’, ambas entidades buscan poner en valor la apuesta por una gastronomía consciente, responsable y sostenible como semilla de nuestro bienestar futuro. Esto será recogido en una pieza documental que se estrenará en noviembre de 2021, también ahondará en los efectos que la pérdida de biodiversidad tiene sobre la memoria gastronómica y cultural a nivel global.
Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable en BBVA expresó que: “Desde BBVA y El Celler de Can Roca llevamos años trabajando para ayudar a las personas en la transición hacia una vida sostenible que asegure un futuro verde, inclusivo y resiliente. Más allá de la lucha contra el cambio climático, la preservación de la biodiversidad es también fundamental. Se estima que entre 1992 y 2014 el capital natural por persona disminuyó en casi un 40% y que más de la mitad del PIB mundial depende moderadamente o en gran medida de los ecosistemas. Una dependencia que se acentúa todavía más en América Latina”.
Por su parte, Joan Roca, cocinero y co-propietario, junto a sus hermanos, de El Celler de Can Roca, sostuvo que: “Existe una relación inseparable entre la diversidad cultural y biológica. La desaparición de especies, variedades de cultivos y técnicas agrícolas no solo empobrecen nuestra tradición culinaria, también merman nuestro conocimiento y patrimonio. En nuestro proyecto con BBVA, siempre hemos apoyado los productos locales, cuidados, de primera calidad y a los productores que apuestan por ellos. Para nosotros, es una forma de preservar tanto nuestro entorno, como nuestra memoria y nuestros sabores: en última instancia, la cocina es un vehículo clave para la sostenibilidad, el desarrollo, la innovación y la inclusión social”,