Diversas investigaciones sobre la acción climática y científicos especializados ya lo han expresado: esta es la década de la acción. Si queremos frenar de forma significativa el cambio climático debemos reducir drásticamente nuestras emisiones en estos diez años. Lo cual, sin dudas, no es ni será tarea fácil. Si bien hace tiempo que sabemos que la emergencia climática es inminente, aún no hemos tenido la determinación suficiente para detenerla. Con el afán de profundizar sobre la evolución de la presencia de compañías españolas en los principales movimientos empresariales vinculados con la acción climática, ECODES, junto con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas España han publicado el Anuario de acción climática empresarial 2021. Mientras que la edición del pasado año abogaba por la llamada a la acción, el informe de este año insta a elevar la ambición, especialmente ante la próxima Cumbre del Clima de Glasgow y en el inicio de la década decisiva.
Estamos en la década de la acción, y dentro de estos diez años, el 2021 es un año clave. Victor Viñuales, director ejecutivo de la Fundación Ecología y Desarrollo-ECODES, lo afirma: “este es el año en que los países se examinan y tienen que incrementar su ambición climática e incrementar- mucho- los compromisos de reducción de emisiones a los que se comprometieron en el Acuerdo de París en el 2015.” Más de 120 países ya han anunciado su objetivo de neutralidad climática y las políticas que siguen esta línea son muchas y muy variadas, tanto en la Unión Europea, como en España. Que ha habido ciertos avances es innegable. Sin embargo, el informe sostiene que no han sido suficientes y, si queremos llegar a tiempo, debemos pisar el acelerador.
El documento advierte que las emisiones de las empresas constituyen una parte enorme de las emisiones de los países y, por lo tanto, el sector privado también debe asumir sus propios objetivos de descarbonización y de reducción de emisiones. En este sentido, las principales conclusiones que emergen del estudio han sido: en primer lugar, que las grandes empresas españolas están avanzando en su acción climática. Evidentemente, las empresas de nuestro país se han hecho eco del reclamo por mayor compromiso y se están conectando cada vez más a las redes e iniciativas internacionales de vanguardia, empero, aún queda mucho por hacer. Al respecto, Viñuales opina que sería oportuno solicitar a las grandes empresas del país que, además de realizar acciones de gestión directa interna, movilicen a todo su extenso ecosistema para promover la acción climática: a sus proveedores, a sus empleados y empleadas, a sus consumidores.
En segundo lugar, la investigación afirma que este año puede y debe ser el año en que el sector privado incrementen su ambición climática. Todas las empresas deben plantearse: ¿Qué es todo lo que podemos hacer? Por último, el reporte de ECODES afirma que la contribución de las empresas a la causa climática es fundamental y las empresas pioneras, que son las que recoge dicho anuario, deben liderar este cambio.
La firma del Acuerdo de París en el año 2015, marcó un hito en la historia medioambiental del mundo entero. Desde entonces, la acción climática empresarial ha mostrado signos de despegue impulsados por múltiples iniciativas que están consiguiendo alinear los esfuerzos individuales con los compromisos globales. Uno de los movimientos estudiados en el anuario es el Science Based Targets (SBTi - Objetivos Basados en Ciencia). Basándose en la ciencia del clima y en datos, que guía a las empresas para fijar objetivos alineados con la meta de impedir que la temperatura media global sobrepase en 2ºC la de la era pre-industrial y mantener el incremento en un máximo de 1,5ºC. Basandonse en dicho documento, el informe publicado por ECODES y Pacto Mundial muestra que en el mundo, ya son 1.345 empresas las que se han comprometido con esta iniciativa, y 661 (49%) de ellas ya tienen sus objetivos aprobados. En España, son 36 las organizaciones adheridas al SBTi, y 17 (47%) de ellas ya han conseguido la aprobación de sus objetivos, lo que supone 5 más que en 2020.
La investigación lo expone con claridad: a pesar del avance, el margen de mejora es muy amplio. Por ejemplo, la incorporación de las pymes está siendo muy tímida: únicamente son 5 las que se han comprometido con esta iniciativa. A ello hay que añadir que sólo el 65% de las empresas con objetivos aprobados –11 compañías– incluyen indicadores de disminución de emisiones de alcance 3, mientras que el panorama internacional el porcentaje se eleva al 94%. Atajar este tipo de emisiones, que son aquellas que son consecuencia de las actividades de la empresa, pero que ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por ella, es una estrategia crucial en la lucha contra el cambio climático ya que en muchas actividades el grueso de sus emisiones se ubica en la cadena de suministro.
Otra de las iniciativas recogidas en el Anuario 2021 es la encuesta CDP de cambio climático. En este sentido, destaca el hecho de que, después de unos años de estancamiento, la participación de las empresas españolas en este sondeo ha experimentado un crecimiento similar al que se observa en Europa (12%), y ya son 55 las listadas en este reporte. Su desempeño también evidencia signos positivos: un 46% ha mejorado su calificación con respecto a la obtenida el año anterior. Esto ha posibilitado que ya sean 16 las compañías incluidas en la A List, lo que supone un incremento del 129% en comparación con el año anterior.
Asimismo, otras iniciativas presentadas en el Anuario 2021, como Race to Zero, también están experimentando una rápida expansión entre todos los tipos de actores en el mundo, siendo destacable el crecimiento entre empresas, que casi han doblado su participación pasando de 1.101 a 2.162 (96% más), e inversores, que casi han triplicado adhesión con un incremento del 182% en seis meses. El estudio muestra que, entre las empresas del IBEX 35, principal índice bursátil a nivel nacional, la presencia en las iniciativas de acción climática es variable. Aunque se observa que un 94% participa en al menos una de las propuestas analizadas en el Anuario 2021, tan sólo el 37% están adheridas al SBTi y sólo un 14% cuentan con objetivos 1,5ºC. No obstante, la gran mayoría, un 94%, participaron el último año de la encuesta CDP de cambio climático, perteneciendo el 31% a la A List.
Por último, las finanzas sostenibles también tienen un importante lugar en el anuario. El sector financiero e inversor tiene la capacidad de ejercer de acelerador de la transición al cero neto, ya que puede dirigir la financiación a proyectos empresariales sostenibles. Por ello, el Anuario 2021 dedica un capítulo a analizar la ambición de las compañías españolas que operan en esta industria. Para lo cual, pone el foco en iniciativas como la Alianza Financiera de Glasgow para las Cero Emisiones Netas, que tiene el objetivo de movilizar los recursos necesarios para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. En total, esta alianza reúne en la actualidad a más de 160 entidades que son responsables conjuntamente de la gestión de más de 70 billones de dólares en activos. Entre estas entidades se encuentran varias españolas como Santander, CaixaBank, BBVA, Ibercaja y Abanca.
Asimismo, el informe ahonda en los Principios de Inversión Responsable, que ofrecen posibles acciones para incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en las prácticas de inversión. En el mundo, 2.123 entidades se han adherido a esta iniciativa en el mundo, incluyendo 56 españolas. Por último, se estudia el Climate Action 100+, que surge desde los inversores para garantizar que las grandes corporaciones tomen las medidas necesarias para frenar el cambio climático. Hasta el momento, son 167 las empresas que han sido escogidas, representando más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por empresas. Entre ellas pueden identificarse algunas españolas.
La exhaustiva investigación que se desarrolló durante un año, concluye que los avances conseguidos hasta el momento han mostrado no ser suficientes y el tiempo se agota. Aunque muchas empresas se han unido a la lucha contra el cambio climático, y los esfuerzos que están realizando muchas de ellas son importantes, los resultados evidencian que es necesario hacer más y hacerlo más rápido, siguiendo lo que marca la ciencia. Cristina Sánchez, Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en España expresó que: “En España podemos decir que ya tenemos Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica. Desde aquí nuestra apelación a que empresas y administraciones públicas materialicen este bucle de ambición para una satisfactoria retroalimentación entre ambos agentes. El impulso legislativo es necesario, pero desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España hacemos un llamamiento para que las empresas sean ambiciosas en la fijación de sus planes y objetivos de descarbonización. Nos encontramos en un punto de inflexión, y el único camino para tener un futuro próspero será trabajar juntos gobiernos, empresas y sociedad civil hacia una profunda descarbonización. Contamos contigo.”