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Luego de la llegada de la pandemia ciertas trasformaciones sociales y culturales sin dudas han venido para quedarse. Uno de los ámbitos que mayores modificaciones ha sufrido y que quizás ha cambiado para siempre es el del empleo. El inesperado experimento del trabajo a distancia superó las expectativas en el mundo entero y aunque las restricciones de movilidad se hayan flexibilizado en la mayoría de países, muchos rubros han decidido no regresar a la prespecialidad por que el trabajo en remoto presenta claros beneficios tanto para los empleados como los empleadores. Sin embargo, estas modificaciones también suponen desafíos. Para abordarlos, la agencia McKinsey ha publicado un informe en el cual reflexiona sobre el campo laboral y cuáles son sus retos de cara a la nueva normalidad en la que vivimos.

¿El teletrabajo llegó para quedarse? ¿Flexibilizarán sus condiciones laborales las empresas? ¿Será seguro volver a la oficina? Estas son algunas de las preguntas que, sin dudas, muchos se han hecho. Aunque las respuestas no están del todo claras ya que si algo caracteriza este período mundial es la incertidumbre y la falta de certezas, la agencia McKinsey ha publicado un informe en el cual reflexiona sobre el campo del empleo y cuáles son sus desafíos y oportunidades de cara a la nueva normalidad que ya se ha vuelto cotidiana.

El estudio comienza afirmando que, para los inversores y propietarios de inmuebles de oficinas, el año 2020 fue una montaña rusa que dejó una cantidad sin precedentes de espacios de oficina vacíos durante muchos meses. Aunque trabajar desde casa es un reto para muchos trabajadores y trabajadoras, en una encuesta reciente el 72% dijo que le encantaba. Muchos empleados se preguntan si la oficina típica podría convertirse en algo del pasado. Al mismo tiempo, los alquileres se pagaron aproximadamente al 95% de los niveles normales durante el año, y la morosidad de más de 30 días se situó sistemáticamente por debajo del 3%. Todo esto derivó en que los fondos de inversión inmobiliaria en oficinas perdieron el 20% del pico pre-pandémico de su valor.

El inesperado experimento del trabajo a distancia superó las expectativas debido a la adopción masiva de tecnologías de colaboración. Reajustó las expectativas para el futuro porque abrió nuevas posibilidades en cuanto a la flexibilidad que pueden tener los empleados para elegir cómo y dónde trabajar. De hecho, más de la mitad de los empleados dicen que les gustaría que sus organizaciones adoptaran modelos más flexibles. Sin embargo, el trabajo a distancia también tiene su lado negativo y difícil de regular. La falta de políticas de conciliación familiar y los problemas de agotamiento y aislamiento han ido en aumento. La situación es por demás compleja ya que en muchos países del mundo el trabajo en remoto se ha dado en simultáneo con el cierre de las escuelas lo que ha vuelto la vida familiar un verdadero caos difícil de resolver por parte de los empleadores.

Además, un reciente estudio mundial de Harvard Business Review señala que el 56% de los trabajadores encuestados afirma que las exigencias del trabajo han aumentado. Otro aspecto a tener en cuenta que se resalta en la investigación es que el trabajo desde casa ha ayudado a ciertos grupos de población más que a otros. En este sentido, cabe recordar que el teletrabajo es en algún punto un privilegio de clase ya que muchos trabajos menos calificados u oficios que requieren de la prespecialidad de manera indefectible se han visto completamente imposibilitados de desarrollarse.

El estudio afirma que, a pesar de la buena experiencia de trabajar desde casa durante casi un año, la gran mayoría de las organizaciones creen que la presencia física de los trabajadores es fundamental con cierta frecuencia en algunos puestos. Por ejemplo, una investigación reciente de Microsoft sobre 122.000 millones de intercambios de correo electrónico y 2.300 millones de interacciones en reuniones muestra que, aunque su número aumentó dentro de los equipos inmediatos y las redes cercanas de los empleados durante el trabajo a distancia, las interacciones con las redes secundarias se están reduciendo. Esto hace pensar que es posible que no se produzcan momentos de innovación y trabajo inter disciplinar que enriquece en gran medida a las empresas. Como la evidencia sugiere que el espacio físico sigue siendo necesario, algunas de las empresas que han anunciado opciones de trabajo permanente desde casa están firmando simultáneamente importantes contratos de alquiler o construyendo nuevas sedes para pensar modelos mixtos de cara al futuro.

La investigación sostiene que el futuro será híbrido, pero las proporciones de trabajo desde casa y en la oficina están lejos de estar resueltas. Esta reflexión ya está llevando a muchos a centrarse en los "momentos que importan" en persona, cara a cara, para la colaboración, la alineación, la comunidad, etc. Los inversores en oficinas están deseando ver cuáles son estos momentos y con qué frecuencia se producen para determinar tanto la cantidad de espacio que necesitan los inquilinos de las oficinas como los diseños y configuraciones que promoverán los tipos de interacción que buscan los inquilinos.

El problema será que gran parte del espacio de oficinas actual no satisfará las necesidades de los inquilinos y trabajadores en un mundo híbrido. Habrá un exceso de oferta de espacio y una escasez de oficinas construidas específicamente para el trabajo híbrido. Es por esto, que se afirma que será necesario reimaginar los espacios, los diseños, las experiencias, los servicios, los alquileres, las opciones de comida y bebida, etc.  Al respecto, el estudio sostiene que los propietarios/operadores deben adaptarse de cinco maneras significativas:

1. Conviértase en un socio de soluciones, no en un enemigo de la negociación

La mayoría de los inquilinos aún no saben cómo desenvolverse en el trabajo híbrido. Muchos corren el riesgo de caer en un modelo híbrido en el que no obtienen ni el beneficio de tener a todos en persona ni el beneficio de la flexibilidad total. Los inquilinos necesitan que los propietarios/operadores aporten soluciones en lugar de sentarse como enemigos en la mesa de negociación.

Los propietarios/operadores más proactivos están yendo aún más lejos, creando (o asociándose con empresas digitales para crear) herramientas que abordan directamente las necesidades de sus inquilinos en cuanto a espacio físico, por ejemplo, comprendiendo los patrones de uso de los escritorios y las salas de conferencias. Su objetivo es ofrecer propuestas de valor convincentes que vayan más allá de unas simples "cuatro paredes", para crear experiencias cómodas, medir los factores del espacio y generar información sobre lo que ocurre en esos espacios.

2. Hacer que el lugar de trabajo sea mágico

Los ocupantes se centrarán cada vez más en hacer del lugar de trabajo un sitio emocionante, reconociendo que la siguiente mejor alternativa para la mayoría de los empleados -sus hogares- ha resultado ser mejor de lo que habían imaginado. Los trabajadores necesitan una razón para levantarse, vestirse y desplazarse. El espacio debe estar pensado para el trabajo híbrido. Tiene que surgir un ecosistema de comida y bebida de restaurantes, salones, cafeterías, despensas, todo ello accesible digitalmente. La experiencia de la jornada laboral se volverá más digital: pedir comida y servicios de conserjería, demostrar que se han cumplido los protocolos de salud y seguridad de un edificio, reservar habitaciones y espacios de trabajo, etc., tendrá que ser tan fácil como un toque en un smartphone. Pero la necesidad de una experiencia digital va más allá de las aplicaciones que ayudan a los propietarios/operadores a comunicarse con los usuarios del espacio; se trata de servicios y experiencias contextualizadas en el lugar de trabajo a través de la capa digital de los edificios de oficinas.

3. Ampliar la flexibilidad

Los nuevos modelos de arrendamiento de los últimos años son sólo el comienzo: la flexibilidad se ampliará aún más. En cuanto a las estructuras de arrendamiento, los propietarios/operadores podrían empezar a experimentar con innovaciones como lo han hecho los minoristas. Cuando los arrendadores ayuden a una plantilla híbrida a adaptarse a nuevas formas de trabajo, querrán una mayor variabilidad tanto en la cantidad y el tipo de espacio que alquilan como en el calendario de sus necesidades en una semana o un mes determinados. A medida que las organizaciones experimenten con nuevos modelos y redescubran su identidad corporativa tras la pandemia, buscarán un espacio que pueda expandirse, contraerse y evolucionar con su nueva imagen. Los modelos de trabajo de nicho que antes se asociaban únicamente a los actores del coworking probablemente se harán más comunes y procederán directamente de los propietarios/operadores a medida que adopten posturas de colaboración con sus inquilinos.

4. Hacer hincapié en la selección de inquilinos

No todos los inquilinos de oficinas comerciales son iguales. Los propietarios/operadores tendrán que pensar en la combinación de inquilinos y en la importancia del espacio físico para sus modelos de negocio y formas de trabajo. Los propietarios/operadores que puedan alquilar el espacio con estas consideraciones en mente se asegurarán un conjunto de contratos de arrendamiento "más sólido" para apoyar su negocio en los próximos años. Al igual que los espacios de uso mixto pueden ayudar a cubrir el riesgo de los activos inmobiliarios, los tipos de inquilinos mixtos proporcionan a los propietarios/operadores una cobertura para las tendencias de ocupación a largo plazo.

5. Re imaginar las operaciones

Durante los cierres en el momento álgido de la pandemia, los propietarios y operadores tuvieron que desarrollar nuevas formas de trabajar para dar servicio a sus edificios. Desde el arrendamiento hasta la gestión de la propiedad y la experiencia del inquilino, la forma en que las empresas operan día a día puede convertirse en híbrida con el tipo adecuado de digitalización. Los propietarios y operadores deben adaptarse y adoptar estos nuevos modelos de operaciones si quieren mejorar la experiencia de los inquilinos, obtener ventajas de costes y reforzar la eficiencia y experiencia de su propio personal.

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