Las múltiples crisis superpuestas que se han desencadenado tras la llegada del coronavirus han hecho que las necesidades por parte de la población mundial aumentaran exponencialmente. Conscientes de esto, BBVA ha doblado sus esfuerzos en ayudas sociales. La crisis global derivada de la pandemia lejos de frenar el impulso a las diferentes líneas de actuación -establecidas desde 2016- en el Plan de Inversión en la Comunidad de BBVA, las ha potenciado. Estas líneas tienen un impacto directo en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Fieles a sus principios de responsabilidad social empresarial, en 2020, el banco destinó 2,7 millones de euros a educación financiera (el 2% de todos sus programas sociales). Los programas, propios y en colaboración con terceros, dirigidos a impulsar la alfabetización financiera de niños y jóvenes; adultos; y pymes han beneficiado de forma directa a un total de 319.395 personas. Este año, BBVA se ha enfocado en acciones dirigidas a la población más vulnerable reduciendo las iniciativas en los centros escolares.
Además, durante el pasado ejercicio se ha seguido impulsando la educación financiera con el objetivo de mejorar la salud financiera. Más de 13,4 millones de personas han accedido a contenidos digitales de educación financiera en diversos canales de BBVA y del Centro para la Educación y Capacidades Financieras. Además, la Fundación Microfinanzas ha desarrollado programas de educación financiera que han beneficiado a 396.000 personas. Las iniciativas en este sector tienen un impacto directo en el ODS 4 (Educación de calidad) y el ODS 10 (Reducción de las desigualdades).
El Plan Global de Educación Financiera de BBVA, que comenzó en 2008, persigue mejorar la salud financiera de las personas mediante la formación en habilidades y competencias financieras, tanto en canales presenciales como digitales. Desde entonces, la entidad ha invertido 91,4 millones de euros en diferentes programas que han beneficiado de forma directa a 15,8 millones de personas.
BBVA promueve el conocimiento, la educación y la cultura para impulsar el desarrollo sostenible de las sociedades y la creación de oportunidades para las personas. Por ello, durante 2020, ha invertido 79,1 millones de euros (el 55,6% del total) y ha beneficiado de forma directa a 5,6 millones de personas. Adicionalmente, más de 2,2 millones de personas han accedido a contenidos de educación, ciencia, cultura y economía, a través de las plataforma digitales de BBVA Research, BBVA Open Mind, la Fundación BBVA y programas como BBVA Aprendemos Juntos y Educación Conectada.
La educación para la sociedad tiene un peso importante en la inversión social de BBVA con 43 millones de euros (30% del total) que fomenta el acceso a la educación, la calidad educativa y el desarrollo de competencias clave del siglo XXI. En 2020, 648.921 personas se han beneficiado directamente de los programas educativos, entre los que se encuentran principalmente niños y jóvenes vulnerables y docentes, En este sentido, hay que destacar los programas de becas en México, Colombia, Perú y Venezuela; los programas de la Fundación BBVA y el proyecto educativo “Aprendemos juntos”, que en 2020 ha conseguido 546 millones de visualizaciones. En total, en sus tres años de vida, este proyecto ha alcanzado la cifra de 1.258 millones de visualizaciones.
En un año particularmente difícil, BBVA ha apoyado a emprendedores vulnerables y a aquellos que generan un impacto social positivo a través de sus empresas. En total, la entidad ha destinado 7,7 millones de euros (el 5% de todos sus programas sociales) a iniciativas de emprendimiento que han beneficiado directamente a 2,61 millones de emprendedores y personas interesadas en emprender en 2020 con un impacto directo en el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento inclusivo). En este campo destacan el programa global para emprendedores sociales, BBVA Momentum y la actividad de la Fundación Microfinanzas BBVA.
Finalmente, cabe destacar que los bancos del Grupo en los diferentes países han promovido la cultura local a través de una gran diversidad de actividades, reorientando muchas de ellas a un formato online para continuar garantizando el acceso a la cultura pese a las difíciles circunstancias provocadas por la pandemia. Estos programas e iniciativas tienen un impacto directo en el ODS 4 (Educación de calidad), ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).