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El documento del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad de Forética ha tratado de analizar si poner el nombre y apellido de sostenibilidad en los consejos de administración puede mejorar la valoración de cara a los analistas. Desde Forética, han observado la existencia de tres catalizadores que están siendo clave para que el activismo accionarial despegue: el inversor consciente, el inversor indexado y el regulador preocupado por el largo plazo.

Este jueves ha tenido lugar en el Aula Magna del IE, el encuentro: "Más activos, más sostenibles: Una nueva era en el activismo accionarial", organizado por Forética en el marco del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad, compuesto por 50 grandes empresas. El objetivo del acto ha sido analizar las claves del activismo accionarial desde la óptica ASG (Ambiental, Social y Buen Gobierno) contando con la presencia de Manuel Gutiérrez-Mellado, Director de BlackRock que ha profundizado en los aspectos que condicionan este activismo desde el punto de vista del engagement & voting. Además, el encuentro ha servido para presentar el documento elaborado por el Cluster sobre el valor de la sostenibilidad en el activismo accionarial y conocer la visión empresarial de la mano de empresas líderes, a través de una mesa de debate y diálogo. 

Jaime Silos, Director de Desarrollo Corporativo de Forética y Director del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad ha presentado el informe del Clúster iniciando su discurso con las siguientes palabras: "Estamos viendo la confluencia de dos grandes tendencias en los mercados financieros, una es el activismo, el papel cada vez más activo, incluso a veces beligerante de algunos accionistas con respecto a las compañías en las que invierten y por otro lado, está la inversión sostenible, esa integración progresiva de los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo". 

El estudio trata de dar respuesta a tres preguntas, si vamos o no encaminados a una era de activismo ASG, por qué esto es así, cuál es la hipótesis de inversión que hace que el activismo accionarial, y concretamente en aspectos ASG, tenga más sentido y si todo esto está sucediendo, cómo de preparadas están las empresas españolas para enfrentarse a esta nueva realidad del activismo ASG. 

Según Jaime Silos, lo primero que se observa es que hay más activos más activos, es decir que el volumen de gestión de activos con estrategias activistas se han multiplicado por 29 veces desde el año 2004 hasta el año 2018, este activismo utiliza la fuerza de los mercados para apoyar su tesis activista, de esa manera consiguen transformar a las compañías, es un efecto multiplicador de capturar a más inversores participando a una tesis activista y por lo tanto generando un efecto en la transformación de mercados. Siendo estos así, solamente en el año 2018, se han producido en el mundo 935 campañas de activismo accionarial en todo el mundo, es dcir que 935 empresas han sido objeto de campañas activistas, fundamentalmente en los mercados más desarrollados, sobre todo en países anglosajones. En definitiva, hay más activos, más activos. 

Silos ha añadido que también hay más activos, más sostenibles, de acuerdo con los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas, hay adheridos en estos momentos 86 billones de activos, esto representa más del 90% del volumen total de gestión de activos de la industria. Silos explica que "no es que el 90% de los activos apliquen criterios ASG, distintos mandatos tienen distinta intensidad al aplicar estos criterios, por eso es mejor utilizar la cifra de 31 billones del Global Sustainable Investment Alliance que recoge la información de los SIF como Spainsif que también está presente. Por lo tanto, hay un tercio de la gestión de activos aplicando criterios ASG". 

Desde Forética esperan que los activos más activos acaben abrazando los criterios ASG, y esto está empezando a ocurrir añade Silos, si consultamos la base de datos de los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas, vemos que desde su creación, se han producido más de 1.100 campañas de activismo colaborativo entre inversores y empresas, en las que han participado 600 inversores dialogando colectivamente con 1.100 compañías. Además del volumen, cada vez más hay mayor apoyo y es que un informe reciente de EY nos dice que la tasa de apoyo de las campañas activistas en ASG se han multiplicado por 3, es decir que el año 2008 tan solo un 15% de las propuestas ASG tenían un apoyo superior al 30% de la masa accionarial, y en 2018, estamos hablando de prácticamente el 50%. 

Aunque Silos se ha mostrado realista y ha señalado que solo estamos en los inicios, hay que ver cuáles van a ser los catalizadores del futuro que empujen el activismo accionarial. Desde Forética han detectado 3 catalizadores, el primero es el auge del inversor consciente, el segundo el auge del inversor pasivo (inversor indexado) y el tercero, el auge de un regulador más preocupado por el largo plazo. Se está viendo que se está generando una prima de valoración en torno a la sostenibilidad, vemos que las compañías más sostenibles cotizan con prima, y las menos cotizan con descuento; las compañías sostenibles son un 9% más valoradas por los inversores. También se ha ido incrementando el marco regulatorio en aspectos ASG en estos últimos 20 años, de hecho, en el año 2018 hubo más de 175 iniciativas regulatorias en torno a estos aspectos. 

Silos ha asegurado que "hay más compañías sostenibles que menos, ahí es donde tenemos que centrar el estudio y para comparar esto, hemos hecho cuatro grupos, en primer lugar el grupo más purista, es decir aquellas compañías que han creado un comité específico de sostenibilidad, que sólo se dedica a la sostenibilidad. Un segundo grupo, son aquellas que tienen este comité específico más aquellos que han asignado la sostenibilidad a otra comisión preexistente pero han puesto en el título de la comisión el nombre o apellido de sostenibilidad. Esto lo comparamos con la media del Ibex 35 y existe una relación directa y positiva que es que cuanto más hago valer la sostenibilidad en el nombre de mi consejo, mayor valoración obtengo".

Por último, Silos ha afirmado que "los analistas empiezan a ser receptivos al hecho de que algunas compañías pongan en su nombre y reglamentos la función de sostenibilidad. Por lo tanto, nos encaminamos a una era de mayor activismo ASG y existe un racional económico y financiero para el activismo en general, pero también para el activismo en aspectos de sostenibilidad. Estamos viendo también cómo las empresas cotizadas españolas van poco a poco adaptándose, ya tenemos un 26% del total que ya hacen un señal de mercado, diciendo que la sostenibilidad es un criterio importante para el consejo, y lo regulo y superviso". 

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