Es el llamado big data social, que no es otra cosa que, a partir de una ingente recopilación de datos y su adecuado análisis, puede utilizarse para construir un mundo mejor. Esa es la filosofía del Big Data for Social Good, un área de investigación de Telefónica cuyos avances fueron presentados hace apenas unos días por la multinacional de las telecomunicaciones y que según esta operadora "puso de relieve el potencial que tiene el análisis de los datos para impulsar cambios sociales positivos en general". Esta edición se centró en su papel para combatir el cambio climático y ayudar en la planificación para dar respuesta efectiva a desastres naturales.
Así, en palabras de Natalia Winder Rossi, responsable de Protección Social de la FAO, ambas están trabajando juntas "para aprovechar el uso de tecnologías digitales de vanguardia para el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la nutrición, y específicamente, preparar y fortalecer a los agricultores frente a los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático".
Son muchas las fuentes para recopilar datos, por ejemplo, las redes sociales, los correos electrónicos, la mensajería móvil. En el caso de Telefónica, los datos provienen fundamentalmente de los teléfonos móviles, y más en concreto, de los registros del tráfico de las antenas de telefonía móvil. En todo el mundo hay unos 6.000 millones de móviles lo que proporciona una red interconectada" con un potencial inmenso para generar información muy valiosa que permite, gracias a datos anónimos y agregados, optimizar los recursos, reducir las emisiones de CO2, crear indicadores de pobreza que ayuden a entender los retos económicos de los países en desarrollo, gestionar de forma más eficiente desastres naturales o ayudar a abordar los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad. Las posibilidades son infinitas", dicen en Telefónica.
Entre los proyectos sociales en los que ha participado, destacan el análisis en México del impacto de las medidas del gobierno para contener el brote de gripe A o la predicción de zonas con criminalidad elevada a partir de los patrones sobre la dinámica de la ciudad, que han derivado en acuerdos de colaboración, por ejemplo, con Naciones Unidas, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) o el Data-Pop Alliance, un think tank creado por Harvard Humanitarian Initiative, MIT Media Lab y Overseas Development Institute. Su director, Emmanuel Letouzé, acudió a esta edición del Big Data for Social Good para hablar del proyecto de Algoritmos Abiertos (OPAL), que consiste en una plataforma que busca liberar el potencial de los datos privados para el bien social, manteniendo la privacidad en el centro del proyecto, de una manera escalable y social y económicamente sostenible y en la que, entre otras instituciones y empresas, está presente el Foro Económico Mundial.
En cuanto a su posible protagonismo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en Telefónica opinan que el big data "puede ser un verdadero catalizador y contribuir a la consecución de gran parte de estos objetivos, que buscan garantizar un desarrollo más equitativo y ambientalmente sostenible, con especial atención a reducir los peligros del cambio climático inducido por el hombre y reducir la pobreza extrema". Por ejemplo, puede ayudar a mejorar la productividad agrícola (Objetivo 2), la gestión del tráfico y movilidad en ciudades (Objetivo 11), la eficiencia de las empresas (Objetivo 9) o el control de transmisión de enfermedades (Objetivo 3). Los datos pueden ayudar también a seguir la evolución de todos y cada uno de los objetivos planteados, permitiendo analizar su cumplimiento y mejorando la toma de decisiones, no solo a nivel empresarial, sino también a nivel de políticas públicas.