Pablo Pineda, que ha aportado su experiencia durante la presentación de la Memoria 2017 de la Fundación Adecco, cree que es "un error que los papis sobre protejan tanto a los hijos con síndrome de Down porque no buscarán trabajo y nunca saldrán de casa. Y ya se dan con un canto en los dientes cuando consiguen un empleo protegido". A este respecto, Francisco Mesonero, director general de a fundación, ha dicho que "hay personas con discapacidad con mucho talento que no están llegando al empleo ordinario. Por eso, el modelo de nuestra fundación no se basa en el merco cumplimiento legal, sino enfocado hacia priorizar el talento sobre la etiqueta de las personas".
Según los datos presentados por la Fundación Adecco, durante el año pasado la contratación de personas con discapacidad aumentó un 11% respecto a 2016, hasta superar ligeramente los 110.000 contratos. De ellos, sólo uno de cada tres, unos 32.000, fueron contratos ordinarios hechos por las empresas. La tasa de paro de este tipo de personas en España es de un 28,6%, lo que significa unos 1,8 millones de personas.
El empleo protegido se refiere al trabajo remunerado en los Centros Especiales de Empleo (CEE), que tratan de construir un puente hacia el empleo en las empresas mientras que el empleo ordinario es ejercer una actividad remunerada en cualquier entorno de trabajo donde el profesional con discapacidad desempeña las mismas funciones que cualquier otro empleado.
A juicio de Mesonero, los CEE cumplen una importantísima misión "pero muchas veces se olvida el carácter transitorio que marca la ley y terminan convirtiéndose en un fin y no en un medio". Este es uno de los tres retos que ha lanzado la Fundación Adecco. El segundo, apostar por los senior, ya que los desempleados mayores de 45 años van ganando cada vez más peso sobre el total, representando actualmente el 37,6% frente al 28,9% de hace cinco años.
El tercer reto es acercar el empleo a la mujer en riesgo de exclusión ya que un puesto de trabajo se convierte en la única alternativa para normalizar y reconducir la vida de mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género.