Para contextualizar su peso, la industria agroalimentaria, encargada de transformar el 70% de la producción agraria, es el primer sector industrial español en facturación, dando empleo a 480.000 personas. Es la cuarta de Europa y la octava a nivel mundial, estando configurada en un 96,3% por pequeñas y medianas empresas. Las diferentes actividades que forman parte del sistema agroalimentario español como son la producción, transformación, transporte y distribución, aportan a la economía española más del 11% del Producto Interior Bruto (PIB).
Y no hay que olvidar que hablamos de un sector con implicaciones directas sobre el bienestar y la salud de los consumidores, las condiciones de vida y trabajo de millones de personas y sobre el conjunto de los recursos del planeta. Esto se traduce en una alta capacidad transformadora sobre las tres esferas de la sostenibilidad; la social, la económica y la medioambiental. Pero hay algo que no funciona bien. Mientras que el acceso a los alimentos es un problema a nivel mundial, hay mucho, demasiado desperdicio. Solo en España se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos al año y en el conjunto de la Unión Europea el 20% de todos los alimentos producidos se tiran a la basura.
Por otro lado, actualmente existen alrededor de 815 millones de personas subalimentadas en el planeta y, sin embargo, 1.900 millones de personas en el mundo tienen problemas relacionados con el sobrepeso. En España, el 21,6% del total de la población entre 25 y 64 años padece obesidad.
En cuanto a los retos identificados en España, uno de los principales es fomentar el consumo responsable. En este sentido, el 75% de los consumidores españoles confían más en productos con etiquetas o certificaciones de calidad. “Introducir criterios de consumo responsable en nuestras decisiones cotidianas de compra significa ayudar a construir un modelo social, económico y político basado en los criterios de la sostenibilidad” afirma Eva González Lasheras, Directora de Cultura de Sostenibilidad de ECODES, una de las instituciones colaboradoras de la guía. Y Delia García Gómez, CSR Manager de El Corte Inglés, explica que “una compra informada y consciente es nuestro principal objetivo, porque el consumidor consciente tiene el poder de mejorar el mundo”.
Otra empresa participante es Calidad Pascual. Su responsable de Medioambiente señala que “uno de los retos de las empresas en la actualidad es integrar la variable ambiental en la estrategia de negocio. Incorporar este enfoque a la sostenibilidad económica y social es necesario para asegurar la perdurabilidad”.
Si se ennumeran conforme a cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, serían los siguientes:
Además, hacerlo bien es rentable. La guía de Pacto Mundial destaca que “los Objetivos de Desarrollo Sostenible no solo son el único modelo de crecimiento sostenible a largo plazo, sino que además representan una de las mayores oportunidades de negocio en los próximos años”. Así, El informe “Mejores negocios, un mundo mejor”, elaborado por la Comisión de Comercio y Desarrollo Sostenible y presentando en el Foro Económico Mundial afirma que alcanzar los ODS puede generar al menos 12 billones de dólares en oportunidades de negocio hasta 2030 y potencialmente el doble o el triple, además de crear 380 millones de empleos hasta 2030.