Una decisión que costará a Estados Unidos una pérdida de liderazgo internacional, además de suponer la renuncia a los beneficios económicos y medioambientales de una transición a las fuentes de energía limpias.
"Con la retirada del Acuerdo de París, Donald Trump deja a su país aislado del resto del planeta. Es una una decisión moralmente reprochable que el presidente llegará a lamentar. La acción climática no es un debate legal o político, es una obligación ineludible para proteger a las personas y al planeta", ha declarado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional.
Estados Unidos es uno de los mayores emisores de CO2, por lo que los recientes actos de Trump de revertir el plan nacional sobre el clima, junto con la retirada de París, hará más difícil mantener el clima bajo el umbral crítico de 1,5 grados centígrados de subida de temperatura.
Para el coportavoz de EQUO y diputado, Juantxo López de Uralde, "No puede haber marcha atrás: la lucha contra el cambio climático debe ser irreversible; esperamos que la respuesta global contra Trump sea contundente y le frene. Es urgente que el mundo salga de su actual dependencia de los combustibles fósiles y avance hacia un nuevo modelo energético basado en las energías renovables. Trump es solo un obstáculo más para ese cambio”.
La decisión de este jueves de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París sobre cambio climático fue calificada en la ONU como una "gran decepción". El portavoz del Secretario General António Guterres leyó un comunicado en el que recordó que todas las naciones del mundo adoptaron el instrumento en 2015 al reconocer el inmenso daño que causa el cambio climático y la enorme oportunidad que representa la acción climática. El Secretario General confía en que las ciudades, estados y empresas de Estados Unidos demostrarán su visión y liderazgo trabajando para lograr un crecimiento económico con bajas emisiones de carbono y capaz de crear empleos y mercados de calidad.
Justo en el día del anuncio de Trump, Bruselas renovó el compromiso entre la UE y China para luchar contra el cambio climático.Una declaración que destaca los beneficios sociales y económicos de la acción climática y da detalles sobre cómo avanzará la UE y China en el marco del proceso de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Con más de 1,1 millones de personas empleadas en el sector de las renovables en la Unión Europea y más de 3,5 millones en China, ambas potencias van por delante de las políticas estadounidenses.
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