Añadir como un tópico de la imagen de España la Responsabilidad Social. Que el factor diferencial de los productos y servicios que ofrecen las empresas españolas sea la gestión responsable. El cliente compraría por la calidad del producto pero también por el cómo ha llegado hasta su mesa. “En el siglo XXI solo van a operar las compañías que actúen con ética. Las empresas españolas deben aunar fuerzas y apostar por esto”, anima Ignacio Sánchez, CEO de Leroy Merlin España. La RSE o RSC va hilada al deseo de que la gente quiera que tu marca exista, “sostenibilidad y competitividad son posibles y necesarias para construir un futuro mejor”, sostiene Juan Manuel González Serna, presidente del Grupo Siro.
Nuevos retos para el CEO, ¿cómo integrar competitividad y sostenibilidad en la empresa responsable? Este ha sido el título de la jornada organizada por la fundación SERES, APD y Valora donde representantes de la alta dirección española han puesto de manifiesto que si una organización se esfuerza y tiene constancia se puede lograr éste binomio. “O nos hacemos imprescindibles para la sociedad, asumiendo la responsabilidad que nos toca, o no sobreviviremos”, indicó González Serna. Aún queda mucho trabajo por hacer para que la sociedad sepa apreciar la cultura de la calidad, pero la sostenibilidad no es negociable. “Los empleados solo van a aplicar su talento si tienen un plus de pasión y éste llega si cala el orgullo de pertenencia a una empresa responsable”, subraya el presidente de la compañía especializada en bricolaje.
Para ser referentes, la alta dirección tiene que tener vocación transformadora; las empresas tienen que tomar partido. “Por su capacidad de adaptación y posibilidad de innovación son fundamentales para el desarrollo económico y social. Crear valor compartido es aplicar la inteligencia a los negocios. Para ello, el líder debe inflamar mentes y arrastrar corazones”, apunta Francisco Román, presidente de Vodafone España y de SERES. Únicamente haciendo sostenibles a los stakeholders la empresa será eficiente, es la condición necesaria para sobrevivir en el mercado y para ganar el corazón de los potenciales clientes. “Debemos ser consecuentes y esforzarnos cada día por satisfacer las necesidades de nuestros grupos de interés; todos igual de importantes, pero empezando, siempre y secuencialmente, por los consumidores. Y demostrarlo con hechos”, resalta el presidente de Siro. Esta empresa familiar palentina cuenta con casi 600 colaboradores que son personas con discapacidad, el 14% de su plantilla, “el compromiso social sostenible es, por convicción, consustancial al Grupo”, enfatizó González Serna.
Un reciente informe de Havas Group expone que el 85% de los españoles espera que las marcas hagan más para contribuir a la mejora de la calidad de vida, pero sólo el 39% considera que lo están haciendo. “Probablemente hemos sido parte del problema del cambio climático pero queremos ser parte de la solución y nuestra fundación es un buen ejemplo”, reconoció Ignacio Egea, vicepresidente de la Fundación Repsol en el encuentro con los CEO. La sociedad quiero esto, que las organizaciones cojan el timón. Tienen mucho poder de influencia y son capaces de cambiar la dirección e imagen de un país. Ejemplo de ello son las tecnológicas estadounidenses con la actual presión al Gobierno de Trump sobre el veto migratorio. Enrique Sánchez, director de APD (Asociación para el Progreso de la Dirección), lo tiene claro: “los empleados, inversores y clientes quieren empresas sostenibles. La sociedad margina a los irresponsables que no miran al futuro”.
En el encuentro también participaron la alta dirección de Schindler, Atlantic Copper, Gonvarri, González Byass, Nueva Pescanova y Valora. El mensaje fue claro: la empresa española debe trabajar junta para generar un mayor impacto basado en la sostenibilidad, tanto dentro como fuera del país.