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La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 en septiembre del año pasado, caracterizada por presentar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, una oportunidad de transformar el mundo asegurando el progreso social y económico sostenible. Superado el primer aniversario, hay casos de éxito de gestión de los ODS entre las empresas tal y como recoge una reciente guía del Pacto Mundial, pero, la España en funciones puede que también esté perjudicando el avance de los mismos

Aterrizaron estas directrices y ahora los motores de las empresas y del Gobierno deberían estar a pleno rendimiento para ejecutarlas. No, no está sucediendo eso. “No hay duda de que en este tiempo se ha hecho un gran trabajo de comunicación, todo el mundo conoce los ODS, son tan famosos como el Barça”, señala Carmelo Angulo, durante la presentación de una guía con más de 200 acciones para que las empresas contribuyan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que acaba de lanzar la Red Española del Pacto Mundial. Sin embargo, ha faltado algo esencial durante este año que podría repercutir en los resultados de estos objetivos: la formación de un Gobierno. Los mejores resultados llegarían si España tuviera un Pacto de Estado sobre la Agenda 2030. Un consenso que sólo llegaría con la normalidad política, luego habría que tener una vicepresidencia o un ministerio especializado en este asunto, explica el presidente de UNICEF-Comité Español.

El gran reto es la coherencia de las políticas públicas. “Falta hacerlos nuestros y que tengan un enfoque integrado, ver todos los objetivos y coordinarlos de manera interministerial. Son decisiones de mucho calado que un Gobierno en funciones no puede avanzar”, subraya María Larrea, subdirectora general Adjunta de Políticas de Desarrollo, que depende del Ministerio en funciones de Asuntos Exteriores y Cooperación. Los estados tienen que entregar informes de evolución de implementación de los ODS, con un país incapaz de crear mayorías la elaboración de estos documentos se complica y puede que hasta pierda su utilidad. Para superar las buenas intenciones es necesario medir los impactos de los ODS. “Estos informes de progreso ayudan a competir de una manera sana, a trabajar más en los resultados, a corregir y a pasar más a la acción”, cuenta a Diario Responsable Carmelo Angulo.

Sí, podría haber sido mejor, sin embargo no ha sido un año perdido. Han sido meses de sensibilización, de búsqueda de alianzas, de recursos y de arrancar. “Se ha demostrado un gran interés por parte de los grandes, es decir de multinacionales y de importantes ONG. Ahora falta los otros, no menos importantes. Las pequeñas y medianas empresas y ONG”, indica José María Medina, director de Prosalus. Ferrovial, es una de las empresas que aparece en esta guía como ejemplo de implicación con los ODS. La gerente de Responsabilidad Corporativa, Cristina Moral, hace hincapié en cómo durante nueve meses su compañía ha realizado multitud de consultas, encuestas con los grupos de interés sobre cuáles eran los ODS más relevantes para la compañía y definido estrategias. “No queremos financiar por financiar, buscamos involucrarnos con alianzas. Contribuyendo con esta Agenda 2030 también se ganan oportunidades de negocio”.

La publicación presentada por el Pacto Mundial, titulada “El sector privado ante los ODS. Guía práctica para la acción”, es un documento útil y práctico, para ser leído y utilizado, comenta lsabel Garro, directora General del Pacto Mundial, que guía la manera en la que el sector privado puede ayudar a conseguir estos Objetivos de Desarrollo sostenible. Una guía que deben leer los empleados y los que mandan, porque “el reto es que todo esto lo asuma el Consejo de Administración”, puntualiza Carmelo Angulo.

@ignaciocayetan 

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