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Vivimos en un mundo que cambia rápidamente, donde se anuncian avances tecnológicos en distintos ámbitos -medicina, telecomunicaciones, ingeniería mecánica, química, entre muchos otros- casi a diario. La llamada cuarta revolución industrial se caracteriza por tecnologías extraordinarias y una transformación digital. ¿Qué revelan los últimos estudios y qué brechas deben subsanarse para que aprovechemos todo el potencial de nuestra sociedad?
El impacto de las mujeres en la innovación: la brecha de género en las carreras STEM y en Deep Tech

Es indiscutible que la innovación es un motor principal del crecimiento económico, pero la subrepresentación de las mujeres entre los investigadores e inventores limita su contribución a la innovación. El informe “Women’s participation in inventive activity: Evidence from European Patent Office (EPO) Data”, publicado en noviembre de 2022, nos proporciona una visión integral sobre la participación de las mujeres en actividades inventivas. Desde finales de los años 70, la tasa de inventoras ha aumentado del 2% a más del 13% en 2019. En comparación internacional, en los países de la EPO fue del 13,2% en 2019, en contraste con el 15% en EE.UU., el 9,5% en Japón, el 26,8% en China y el 28,3% en Corea del Sur. En España, las cifras son buenas: según los datos de la Oficina Europea de Patentes (EPO), el 23,2% de los inventos en España son realizados por mujeres, lo que nos convierte en el cuarto país con mayor porcentaje de mujeres inventoras, solo por detrás de Letonia, Portugal y Croacia. Son cifras alentadoras, que evidencian que el talento femenino está haciendo una contribución significativa en un área tan sofisticada como la propiedad intelectual, aunque todavía hay un largo camino por recorrer para que alcancemos la paridad de género. Según la WIPO (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en español), lograr la paridad de género requerirá un esfuerzo significativo, con un año objetivo estimado de 2061 basado en las tendencias actuales.

En términos sectoriales, el área de química destaca con la mayor participación femenina, especialmente en biotecnología y productos farmacéuticos, donde supera el 30%. Por otro lado, la ingeniería mecánica presenta la tasa más baja de inventoras, con sólo un 5,2%. En este sentido, reitero que podemos -y debemos- mejorar la presencia del talento femenino en todos los ámbitos de la actividad de investigación y de la innovación. Además, la presencia de las mujeres en un área de investigación sofisticada como la química es una prueba más de que la sociedad no puede renunciar al talento femenino en las otras áreas.

Como investigadora en la industria del Deep Tech, creo que es crucial reconocer que nuestras industrias STEM serán la columna vertebral de la economía en los próximos años. Estas disciplinas no sólo impulsarán avances tecnológicos sin precedentes, sino que también ofrecerán las oportunidades laborales mejor remuneradas y de mayor crecimiento.

Sin embargo, para asegurar que este futuro sea verdaderamente inclusivo y equitativo, debemos enfrentar la realidad de que las mujeres siguen siendo una minoría significativa en estos campos. En la Unión Europea, apenas el 19% de los especialistas en TIC y un tercio de los graduados en STEM son mujeres. En España, los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) afirman que el número de hombres graduados en carreras STEM en 2020 casi llegó a triplicar al de mujeres. Estas cifras deberían equipararse ya que estamos en una era donde la innovación debe surgir de diversas perspectivas y experiencias, independientemente del género.

La falta de representación femenina no se limita a los niveles de entrada, sino que persiste alarmantemente en los puestos de liderazgo. En tecnología, las mujeres ocupan aproximadamente el 24% de los roles de liderazgo. Los datos reflejan un desequilibrio que no podemos ignorar si queremos aprovechar plenamente el potencial transformador de la revolución tecnológica.

Es esencial que apoyemos a las jóvenes que muestran interés en estas áreas, proporcionándoles modelos a seguir y oportunidades tangibles para desarrollar sus habilidades. Es tiempo de invertir en programas educativos inclusivos y políticas laborales que fomenten un entorno donde todas las personas, independientemente de su género, puedan prosperar y liderar.

Como pioneras en un mundo dominado por la innovación tecnológica, debemos comprometernos a no sólo cerrar esta brecha de género, sino a transformarla en una oportunidad para la excelencia y la creatividad. Nuestro futuro depende de ello. Es hora de que las mujeres y las niñas no sólo se sumen, sino que brillen en todos los niveles de las industrias STEM.

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