
Con el final del año llegan las promesas. Las hacemos casi de manera automática, impulsados por las emociones que despiertan las fiestas navideñas: la gratitud, el arrepentimiento, la nostalgia de lo vivido y la esperanza de lo que vendrá. Promesas personales, familiares y también sociales. Nos juramos empezar una dieta, retomar el gimnasio, dedicar más tiempo a nuestra familia y, muchas veces, comprometernos con alguna causa solidaria.

En la era de la transformación digital, la adopción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) está revolucionando todos los aspectos del entorno laboral. Mientras las empresas buscan mantenerse competitivas e innovadoras, la formación y el desarrollo de competencias digitales se han convertido en factores esenciales para adaptarse a este nuevo panorama.

¿Cómo ciertos momentos de nuestra vida cotidiana pueden adquirir un carácter trascendental y nos conducen a reflexiones más profundas?
Esta pregunta, que se han realizados algunos filósofos durante siglos, es el punto de partida de este artículo. Desde nuestra rutina diaria hasta experiencias aparentemente insignificantes, a veces nos encontramos con vivencias que parecen transportarnos a un lugar más elevado, a un espacio donde lo ordinario adquiere un sentido extraordinario.

En el ámbito de la gobernanza climática, el liderazgo juega un papel crucial en la implementación efectiva de prácticas sostenibles. Este desafío es especialmente relevante en las empresas familiares, donde los valores y la cultura organizacional son fundamentales. Los líderes tienen la capacidad de guiar a sus organizaciones hacia un futuro más sostenible mediante acciones concretas y una visión clara.

Cada 5 de diciembre, el mundo celebra el Día Internacional del Voluntariado, una fecha que no solo honra el trabajo desinteresado de millones de personas, sino que también nos invita a reflexionar sobre el impacto transformador del voluntariado en nuestras comunidades y en el mundo entero.

Adaptarse al cambio climático no es una opción, sino una urgencia. Los niveles actuales de calentamiento global ya están dejando su huella: olas de calor más extremas, episodios de precipitaciones extremas y sequías; la reducción de las capas de hielo, la aceleración del aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos.

La generación y consumo de energía, esenciales para mantener unas condiciones de vida adecuadas y para alimentar las economías globales, supone entre un 65 y un 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, cualquier intento de reducir los efectos dañinos del cambio climático pasa necesariamente por descarbonizar la matriz energética; esto es, por reducir las emisiones de CO2 y metano que se producen al generar y consumir energí¬a. De hecho, para poder alcanzar los compromisos recogidos en el Acuerdo de Parí¬s, la descarbonización del sector energético debería ser completa a nivel global para 2050.

El pasado 29 de octubre, Fundación Unlimited ha celebrado sus primeros 10 años. Para analizar su desarrollo y desafíos, Manuel Lencero, CEO y cofundador, analiza en esta entrevista el camino recorrido para “generar un cambio sistémico en la economía de nuestro país”. En esta conversación, Manuel comparte cómo durante esta década, el crecimiento de Unlimited ha sido un proceso que le ha permitido, a nivel personal, ir dando sentido a su propia vida.

En el contexto actual parece haber un deterioro notable de valores y principios que históricamente han guiado tanto la ética personal como la profesional. Hablamos de un menoscabo del conjunto de normas morales que rigen la conducta de una persona en cualquier ámbito de la vida, tomando una de las acepciones que da el Diccionario de a Real Academia Española de la Lengua a la palabra ética. Este fenómeno se evidencia en una ética cada vez más débil, la cual ha sido sustituida en gran parte por una deontología (parte de la ética que trata de los deberes) rígida y excesiva que, aunque regula el comportamiento, carece de un fondo moral sólido que permita a las personas comprender el "por qué" detrás de las normas.

El voluntariado no solo beneficia a las comunidades que lo reciben, sino que también enriquece profundamente a quienes lo practican. Incorporar esta actividad en el currículo escolar puede ser una herramienta poderosa para formar a las próximas generaciones de ciudadanos conscientes, responsables y comprometidos.