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Día Mundial de los Océanos: ¿qué significa pensar en azul?

Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de estas masas de agua que cubren el 71% de la superficie de la tierra y el 90% de la biosfera. Este año queremos explorar el concepto de “pensar en azul”, una mentalidad que promueve la conservación y protección de los océanos desde diferentes ámbitos de la vida cotidiana, incluyendo la cosmética sostenible y la farmacia responsable.

Los océanos no solo regulan el clima, sino que también son una fuente vital de biodiversidad y recursos naturales. Sin embargo, en la actualidad se enfrentan a importantes amenazas como la sobrepesca, los residuos plásticos, la acidificación de las aguas y el cambio climático. Por este motivo, adoptar prácticas sostenibles es esencial para mitigar estos problemas.

Cosmética respetuosa con los océanos

Cada año llegan al mar 25.000 toneladas de crema solar, lo que equivale a un litro por segundo, según la organización medioambiental Green Cross. Estos productos contienen filtros que, aunque protegen la piel, pueden ser muy dañinos para la vida marina. Se cree que alrededor del 10% de los corales del mundo se ven directamente afectados por los filtros UV, según un estudio de la Facultad de Ciencias de la Universidad Politécnica de Marche en Italia.

Afortunadamente, la industria cosmética está tomando poco a poco conciencia del impacto de los filtros solares en el ecosistema marino y buscando formas de solucionarlo. Muchas marcas están desarrollando productos que utilizan ingredientes renovables y biodegradables, en lugar de compuestos sintéticos dañinos. Además, están optando por envases reciclables o reutilizables. Al elegir estos productos, los consumidores no solo cuidan su piel, sino que también contribuyen a la protección de los océanos.

Un enfoque responsable desde la farmacia

Las farmacias y los farmacéuticos tienen un papel crucial en la sostenibilidad. La producción y distribución de medicamentos y productos de autocuidado pueden generar residuos peligrosos y contribuir a la contaminación. Por ello, en 2001, fruto de la colaboración entre la industria farmacéutica, las farmacias y las empresas de distribución, se puso en marcha SIGRE, una entidad sin ánimo de lucro encargada de garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares. Con su participación en SIGRE, los farmacéuticos cumplen sus obligaciones ambientales como dispensadores, asumiendo el principio de la responsabilidad compartida. Su papel es clave, ya que no solo asesoran al ciudadano sobre el uso y consumo del medicamento, sino que adoptan una labor medioambiental muy importante al animar a las personas a reciclar correctamente estos residuos depositándolos en el Punto SIGRE. Según los últimos datos de esta entidad, el 77% de los hogares en España ya deposita sus residuos en los Punto SIGRE de las farmacias.

En resumen, pensar en azul implica adoptar una mentalidad y unas prácticas que favorezcan la salud de nuestros océanos. Acciones que van desde elegir productos de cosmética sostenibles hasta apoyar a farmacias responsables, ya que cada pequeño esfuerzo cuenta.

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