La lucha contra el hambre, la desnutrición y la seguridad alimentaria no está ganada y los productos del mar juegan un papel fundamental en el reto de alimentar, de manera sostenible y nutritiva, a toda una población mundial creciente. Los llamados alimentos azules (unas 2.500 especies de pescado, marisco y algas los procedentes de los ríos y mares que son capturadas o cultivadas para nuestra alimentación) son una fuente muy importante de proteínas, vitaminas (como la vitamina A, B12 o la D) y minerales (hierro, Iodo, fósforo, entre otros), tanto más cuanto mayores son los niveles de desnutrición y pobreza de los países, puesto que representa una proteína económicamente más accesible.