España ha avanzado mucho, sin ser suficiente, a la hora de reducir y disminuir la brecha de género entre hombres y mujeres destacando el aumento de la presencia de mujeres en puestos de liderazgo empresarial, el acceso a la educación o la conciliación entre la vida laboral y familiar. Estos indicadores son muy positivos, no obstante, seguimos estando lejos de países como Islandia, Noruega o Finlandia con índices de brecha de género cercanos al 90%.
En mi opinión la brecha más urgente a corregir es la relacionada con el salario medio percibido entre hombres y mujeres puesto que la diferencia salarial se sitúa en torno al 30% en términos porcentuales y de casi 5.000 € en términos absolutos.