En este contexto, con el objetivo de reducir las consecuencias físicas, psicológicas, emocionales y psicosociales que tienen nuestras realidades, es de vital importancia que las organizaciones se preocupen por el bienestar de las personas que la conforman, pues se traducirá en salud para la empresa. Y no sólo estamos hablando de eficiencia o productividad, sino también de garantizar un entorno de trabajo saludable, personas sanas, felices y satisfechas que conformen nuestras organizaciones.
El bienestar como filosofía empresarial, una estrategia para mejorar la calidad de vida de la plantilla y que, a su vez, se traduce en múltiples beneficios para la organización: un mayor compromiso por parte de las personas trabajadoras, la reducción de las bajas y el absentismo laboral, un ambiente de trabajo óptimo, una mejora de la imagen corporativa, etc.
Así pues, las empresas deben velar por el bienestar de las personas que trabajan en sus organizaciones de forma holística, asumiendo así su parte de co-responsabilidad. Acompañando y brindando soporte en los diferentes ámbitos de sus vidas. Facilitando el acceso al bienestar a todas y cada una de las personas que forman parte de la organización, independientemente de si tienen algún problema o no, pues también es importante acompañar a quien está bien para que continúen estándolo, porque la clave está en la prevención.
Así lo afirma el último Mental Health at Work Report realizado por Mind Share Partners, el cual se revela que, actualmente, el 91% de los encuestados cree que la cultura de una empresa debe apoyar la salud mental, cinco puntos por encima de la cifra registrada antes de la pandemia.
En este sentido, muchas compañías ya han empezado a firmar convenios de colaboración con cadenas de instalaciones deportivas, han implementado programas para potenciar hábitos sostenibles y responsables, e incluso contratado servicios de terapia para su plantilla.
Y es que, a lo largo de los últimos años, diversas entidades han empezado a desarrollar proyectos innovadores para ofrecer servicios de salud global a las empresas. Ejemplo de ello es Benestarum, una iniciativa impulsada por Suara Cooperativa que vela por el bienestar integral de las personas trabajadoras y pone a su disposición servicios de psicología, fisioterapia, nutrición, meditación guiada y acompañamiento en procesos dolorosos por enfermedades graves a través de breves sesiones en formato digital.
Todos pasamos por etapas complicadas a lo largo de nuestra vida, como, por ejemplo, la adolescencia, la pérdida de una persona querida, una enfermedad… situaciones que inevitablemente repercuten en nuestra persona, y en consecuencia, en nuestro desarrollo profesional, porque las personas somos una, no podemos ni debemos disociar lo personal de lo profesional. En estas situaciones, es imprescindible que las organizaciones sean capaces de empatizar con las personas trabajadoras, y pongan a su disposición todos los recursos necesarios para acompañarla en el proceso que está viviendo.
En conclusión, la mejor apuesta que una empresa puede hacer son las personas que trabajan para ella. Apostar por ellas y su bienestar. El factor humano siempre es el factor principal para que una compañía sea exitosa y próspera.