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COP26: ¿podrá un frente común superar los retos del cambio climático?

Quedan menos de un mes para la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Se trata de una de las conferencias con mayor relevancia para la agenda internacional. El acrónimo COP responde Conferences of Parties y fue establecida por Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (United Nations Framework Convention on Climate Change - UNFCCC) en la Cumbre de la Tierra que tuvo lugar en Río en 1992. UNFCC convoca a más de 200 países, referidos como partes (parties en inglés), para discutir y acordar medidas para combatir el cambio climático.

COP26 será la primera Cumbre sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas después del reporte tan alarmante emitido el 9 de agosto de 2021 acerca de la catástrofe climática actual. Hasta la fecha, las conversaciones de este evento, en un principio, han estado basadas en el Acuerdo de París, cuyo objetivo es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5°C. Sin embargo, aún estamos lejos de alcanzar estos objetivos del acuerdo.

En esta nueva reunión, la COP26 se focalizará en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés).  Las NDCs son el núcleo del Acuerdo de París, encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. Reino Unido como anfitrión de la cumbre, ha sido unos de los principales países en actualizar su NDC, en diciembre de 2020, fijándose un objetivo de reducción de emisiones del 68% para 2030, alienado con el objetivo de alcanzar cero neto emisiones para 2050.

Según un informe de la ONU Cambio Climático, 113 partes presentaron NDCs nuevas o actualizadas, abarcando aproximadamente el 59% de las Partes del Acuerdo de París y representan alrededor del 49% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). Dentro del grupo de 113 partes, 70 países indicaron objetivos de neutralidad de carbono hacia mediados de siglo. Esto supone una reducción de las emisiones aún mayor, de alrededor del 26% para 2030 en comparación con 2010.

En este sentido, es crucial el compromiso de los dos mayores emisores de CO2 a nivel mundial, China y EEUU. Hay que tener en cuenta que, si la cumbre se hubiera celebrado en 2020, como estaba previsto, no se hubiera podido contar con el compromiso de EEUU, ya que Donald Trump decidió abandonar el Acuerdo de Paris.

No debemos dejar pasar la influencia que supone el apoyo a la COP26 por parte de los grandes líderes religiosos. El pasado 4 de octubre, el Papa Francisco, junto con 40 líderes religiosos (entre ellos, el gran imán de al-Azhar, Ahmad al-Tayyeb, y el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé) y una docena de científicos se reunieron en el Vaticano en el encuentro “Fe y ciencia: Hacia la COP26”. Todos ellos firmaron un llamamiento urgente para pedir a los Estados acciones concretas y una mayor ambición en la próxima cumbre COP26. En el documento, los firmantes piden "que el mundo llegue a cero emisiones netas de carbono lo antes posible para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales". También instan a las naciones más ricas y con mayores responsabilidades "a que tomen la iniciativa intensificando su acción climática en casa y apoyando financieramente a los países vulnerables para que se adapten y hagan frente al cambio climático". 

¿En la COP26 echaremos de menos a los países más vulnerables?

Esperemos que no. Los países en vías de desarrollo son a menudo los menos responsables, y sin embargo, los más afectado por el cambio climático.

A principios de septiembre Climate Acción Network (CAN), plataforma que agrupa a 1.500 organizaciones de la sociedad civil de 130 países, reclamó que se pospusiera la COP26 ya que excluiría a muchos delegados gubernamentales, activistas de la sociedad civil y periodistas de países en desarrollo, muchos de los cuales se encuentran en la "lista roja" de Covid19 del Reino Unido.

Ante esto, el Gobierno Británico ha tomado distintas medidas para garantizar que la Cumbre pueda celebrarse con el mayor número de asistentes presenciales, como el envío de vacunas a los delegados de países en vías de desarrollo o un permiso de entrada a asistentes de algunos de los países de la lista roja. Además, también se ha reducido el período de cuarentena de 10 a 5 días. La última medida anunciada es que los asistentes que no tengan pasaporte Covid podrán ingresar en las conferencias, aunque se deberán hacer una prueba diaria.

 Con todo, en la COP26 se esperan 30 mil asistentes, por ello muchas empresas hoteleras escocesas han expresado su enfado por la exención de la COP26. El motivo es que los eventos en Escocia con más de 10 mil asistentes, además de clubes nocturnos y eventos en interiores sin asientos con audiencias de más de 500 personas, requieren el pasaporte Covid.

Sin duda, todo esto nos tiene que hacer reflexionar. De nuevo los más pobres, los más vulnerables son los protagonistas de la polémica, lejos de lo que ellos desearían y sin haber sido más responsables de la situación que estamos viviendo que los países desarrollados y, sin embargo, cuanto menos, igual de damnificados que estos. Mejorar nuestro Planeta es responsabilidad de todos, somos la primera generación que encara este grave problema, y contamos con la tecnología para ello, no perdamos la esperanza. 

Me gustaría cerrar este artículo con la célebre frase de Janez Potononik (Copresidente del International Resource Panel), “Si crees que la economía es más importante que el medio ambiente, intenta aguantar la respiración mientras cuentas tu dinero”.

 

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