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La inversión responsable y los factores ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) se han convertido en conceptos de moda. Parece que todo mundo en la gestión de activos habla sobre ellos. Y con razón. A raíz del brote del coronavirus, estamos viviendo uno de los mayores retos socioeconómicos de nuestras vidas. Sus ramificaciones podrían tener repercusiones durante los próximos años. Por esa razón, el comportamiento de las empresas durante la pandemia y sus credenciales ESG están bajo un escrutinio aún mayor.

Sin embargo, para nosotros, estas cuestiones no son sólo una nueva moda. Hace tiempo que en Aberdeen Standard Investments reconocemos que las empresas que se comportan de forma responsable y cuidan los aspectos ESG relacionados con sus negocios tienen más posibilidades de obtener un rendimiento sostenible de sus inversiones y que, además, mejoran los resultados para todos. De hecho, las consideraciones ESG han sido la base de nuestro proceso de inversión durante casi 30 años.

Nuestro enfoque nunca se ha limitado a utilizar herramientas de selección, o a categorizar las empresas como "buenas" o "malas". Se trata de una cuestión más profunda y más amplia. Su aplicación junto a otro tipo de análisis fundamental nos permite obtener una gran cantidad de información sobre la salud subyacente de una empresa y sus perspectivas de futuro a partir de su enfoque en los factores ESG. Así que miramos todo, desde el consumo de energía de una empresa y cómo se deshace de sus residuos, hasta la transparencia de su cadena de suministro. También consideramos la diversidad de su junta directiva, cómo trata a sus empleados y su marco de gobierno interno. Y luego nos comprometemos con el consejo de administración para ayudarles, o para presionarlos cuando sea necesario, así como para generar cambios positivos para aumentar la sostenibilidad de su modelo de negocio.

En este momento, en medio de la pandemia, los fundamentales de la empresa importan más que nunca. Los mercados son volátiles. Muchas empresas del Reino Unido han suspendido, recortado o cancelado sus dividendos en un intento de preservar el efectivo para un futuro incierto. Otras dependen del apoyo del gobierno ya que las medidas de confinamiento han detenido sus operaciones. Sin embargo, nuestro foco en el largo plazo nos está ayudando a navegar por estas aguas desconocidas, y esto encaja perfectamente con nuestro enfoque ESG. Buscamos empresas fiables y sostenibles con balances sólidos, un equipo directivo fuerte y robustas credenciales ESG. Esto nos ayuda a gestionar el riesgo de inversión de forma más rigurosa. También buscamos compañías que no sólo tengan probabilidades de sobrevivir a la crisis actual, sino que puedan prosperar en los años venideros.

Creando un círculo virtuoso

Somos accionistas activos en todas las empresas en las que invertimos y nos comprometemos con ellas a fomentar un comportamiento positivo y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Queremos ayudar a las compañías resistentes de hoy a estar mejor preparadas para el mañana. También reflexionamos mucho sobre la forma en que ejercemos nuestros derechos de voto en las cuestiones importantes.

Y nuestro sólido enfoque de inversión se extiende más allá de las sociedades que forman parte de nuestros fondos. Cubrimos completamente el mercado de valores del Reino Unido, incorporando el índice FTSE 350 y las empresas de pequeña capitalización. Esto nos permite supervisar todo nuestro universo de inversión. También significa que, en el momento en que hacemos nuestra primera inversión en un negocio, lo hacemos sobre un conocimiento muy sólido de los fundamentales del mismo. Es importante tener en cuenta que esto nos permite ayudar a las empresas que aún no han alcanzado un determinado grado de ESG, pero que quieren ser mejores.

Como gestores de activos, estamos en una posición privilegiada para animar, empujar e influenciar a las empresas para que se comporten mejor. Si una empresa tiene un problema de ESG, no necesariamente la evitamos, ni dejamos el problema a otros para que se ocupen de él, ya que ese es un enfoque muy pasivo. En nuestro caso, analizaremos si podemos ayudar a su dirección a abordar dicha cuestión. Hay un fuerte argumento para no evitar las industrias problemáticas, como el tabaco o los juegos de azar. Si los gestores que se preocupan por los factores ESG evitan las empresas de estos sectores, no tenemos influencia ni supervisión para efectuar un cambio positivo. Creemos que en muchos casos es mejor participar y ofrecer una visión constructiva si podemos. Por ejemplo, podemos alentar a las empresas de juegos de azar a que vayan más allá de sus obligaciones legales para abordar los problemas de juego y que utilicen fórmulas de comercialización responsable.

Muchas empresas de Reino Unido que quieren "hacer lo correcto" a menudo agradecen nuestra ayuda. Pueden tener un problema con la gestión de la mano de obra en su cadena de suministro, por ejemplo.  Y nosotros podemos utilizar nuestra experiencia y compromiso en todos los sectores para compartir las mejores técnicas y proporcionar orientación práctica.

Como inversores responsables, vemos esta colaboración como parte de nuestra responsabilidad, lo que a su vez crea un círculo virtuoso. Las empresas que pueden mejorar sus credenciales ESG pueden mejorar su rentabilidad, su reputación, su sostenibilidad, y convertirse en contribuyentes más positivos para la sociedad. Esto ayuda a nuestros clientes tanto porque se convierten en mejores oportunidades de inversión, como porque configuran un mejor futuro para todos nosotros.

Conseguir una certificación social

La pandemia ha amplificado la creciente necesidad de que las empresas no sólo tengan la posibilidad legal de realizar sus actividades, sino también de obtener su licencia social para operar. Con ello nos referimos a que las empresas obtengan una amplia aprobación de sus acciones por parte de todas las partes interesadas, no sólo de una estrecha fracción de los accionistas. Entre dichas partes interesadas pueden figurar su plantilla, sus clientes y las comunidades y sociedades en las que opera la empresa. Dar prioridad al valor para el accionista y a los beneficios a corto plazo sobre la sostenibilidad a largo plazo ya se estaba convirtiendo en algo muy problemático antes de la llegada del Covid-19. Esperamos que esta tendencia cobre más fuerza a partir de aquí, ya que algunas empresas  están siendo receptivas a la oportunidad de cambiar para mejor.

En Reino Unido, hemos visto muchas acciones muy positivas durante la pandemia. Entre ellas se incluyen importantes iniciativas como el suministro de banda ancha de alta velocidad al Hospital Nightingale y la intervención de los fabricantes para producir EPIS. Sin mencionar la enorme cantidad de trabajo que se está llevando a cabo para encontrar una vacuna y tratamientos para el  Covid-19. Otras compañías han donado a organizaciones benéficas u ofrecido descuentos y servicios mejorados para el personal sanitario y  para otros trabajadores esenciales. Además, hemos visto a muchos equipos de gestión priorizar el bienestar de su personal y clientes por encima de los beneficios a corto plazo.

Esperamos que las compañías que han actuado de forma correcta y responsable durante la pandemia sean recompensadas con una mejor reputación y una mayor lealtad de los clientes. Es más, es probable que estas empresas se sitúen a la vanguardia a medida que "reconstruyamos mejor" y comencemos a forjar un futuro más justo y sostenible después de los oscuros días de la pandemia. Otro círculo virtuoso.

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