Así explicaba Jordi, un 23 de abril de 2008, lo que había detrás del nacimiento de Diario Responsable. Como todo en Jordi, era una cuestión de actitud.
Conocí a Jordi el 2 de mayo del año anterior. No podía haber otra fecha mejor para encontrarse con alguien que representaba como nadie la definición del rebelde e irreverente poco dispuesto a dejarse vencer por las opiniones ajenas o las circunstancias. Pero también para conocer a alguien siempre comprometido con sus ideas desde el respeto a las de los demás. Y siempre desde ese humor suyo tan especial.
Concretamente, nos conocimos en Toledo, participado junto a Ramón Jáuregui en un encuentro con un pomposo titulo que parece recoger todo un ideario todavía por alcanzar: “Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente: Empresas socialmente responsables: ¿valor económico o social? Comunicar y gestionar los valores intangibles” (leyendo ese titulo, Jordi y yo compartiríamos que, después de 13 años, parece que las cosas no han evolucionado mucho en el mercado). El dirigía (y creo recordar que componía la totalidad de la plantilla) la revista Ser Responsable y yo dirigía en PwC el negocio de RSC y Reputación Corporativa.
Lo siguiente que recuerdo son conversaciones con Jordi sobre su necesidad de marcharse de Ser Responsable y poner en marcha un proyecto personal. Y ahí comenzó Jordi a soñar y construir lo que hoy es Diario Responsable, un medio social de base colaborativa sobre RSC y sostenibilidad, cuando apenas nadie en España era capaz de declinar alguno de los elementos de la formula. Pero Jordi lo veía, y eso era suficiente. Y era suficiente porque era una cuestión de actitud. A partir de ahí, comenzó a enrolar a un montón de gente que hoy forma parte de algo que es mucho mas que una red. Una comunidad de personas que, desde distintas posiciones, comparten la visión de la importancia y la necesidad de construir una sociedad y una empresa mejor, mas responsable y más sostenible.
Así era nuestro amigo Jordi.