La Sostenibilidad o Responsabilidad Corporativa y la Excelencia en la Gestión son dos caras de la misma moneda en lo que se refiere a la buena gestión de las organizaciones humanas. Y esta afirmación cobra aún más fuerza en un contexto de cambio acentuado, de disrupción, en el que todos los agentes que conformamos la Sociedad (empresas, administraciones públicas, ciudadanos, universidades…) tenemos una responsabilidad directa y en primera persona en garantizar el bienestar y la sostenibilidad futura de todos los seres humanos y del propio Planeta que habitamos.
Lo interesante de esta Guía es que pone el acento en acercar e integrar enfoques de gestión (y muchas veces Departamentos y personas en las Organizaciones) que venimos haciendo cada uno “la guerra” por su cuenta. Sin embargo, los principios que sustentan ambos enfoques y visiones de la gestión son perfectamente integrables y de hecho se refuerzan los unos a los otros de una manera clara y directa.
La excelencia en la gestión y más en concreto el Modelo EFQM, ha puesto el énfasis en la importancia de gestionar de forma excelente determinados aspectos clave: el liderazgo, la estrategia, las personas, los recursos y alianzas y los procesos / productos para lograr resultados sostenidos y equilibrados en los distintos grupos de interés – clientes, personas, sociedad – para así alcanzar los resultados clave de la Organización que no son solamente de carácter económico. Todo ello, siempre, desde una perspectiva de la mejora continua, el aprendizaje, la innovación y de la competitividad.
Por su parte los referentes en materia de Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa como SGE21 han enfatizado el buen gobierno, la escucha y diálogo continuo con los distintos grupos de interés, la medición continua de los impactos sociales, laborales, medioambientales, además de los económicos, como elementos definitorios de un enfoque de sostenibilidad y de largo plazo, que vincula la actividad de las organizaciones con un propósito que va mucho más allá del de obtener beneficios económicos o comercializar productos / servicios, con un componente más elevado de contribución a la Sociedad y al Entorno en la que opera.
Cuando integramos ambos enfoques, como estamos haciendo actualmente en Calidad Pascual, surgen oportunidades maravillosas y muy potentes desde la perspectiva de contribución e innovación en la gestión como las siguientes:
En definitiva, la Guía nos va a resultar de gran ayuda en Calidad Pascual. Y seguro que también a muchas organizaciones de todo tipo y condición que están preocupadas y que se ocupan activamente por ser mejores empresas para el mundo haciendo las cosas un poco mejor cada día, cada minuto.