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El artículo describe cómo debe calcularse la huella de carbono debido a los consumos eléctricos. El debate técnico sobre el tipo de electricidad que llega a nuestra empresa o nuestro hogar ya ha sido abordado por este diario, pero sigue habiendo falta de información en las organizaciones sobre como calcular la huella de carbono ante esta circunstancia. Cada vez más empresas y organizaciones quieren contribuir a reducir su impacto en el cambio climático. Algunas de ellas optan acertadamente por contratar electricidad 100% renovable

Sin embargo, como bien ha escrito en este diario Jordi Jaumà, la electricidad que llega a cada hogar o empresa es el resultado de una mezcla de las fuentes de generación. Cabe entonces pensar que el cambiarse a una comercializadora 100% renovable no tiene impacto real en la huella de carbono.

Surge por tanto el debate de cómo debe calcular una organización su huella de carbono con respecto a su consumo de electricidad (Alcance 2*). ¿Debería utilizar el factor de emisión medio de la red eléctrica**? ¿o debería utilizar el factor de emisión de su comercializadora?

Las dos respuestas son acertadas. Lo único que debemos tener en cuenta es que cada respuesta responde a una cuestión y esto debe ser bien reportado a los grupos de interés.

El primer método nos informa sobre la huella de carbono de alcance 2 que realmente tiene la organización. Tiene algunas ventajas. La más destacable consiste en reconocer que por mucho que mi comercializadora sea 100% renovable, sigo teniendo impacto, y que por tanto esto no me da razones para olvidarme de mi consumo eléctrico. Pero también tiene algunas desventajas. La más destacable es que si el factor de emisión de mi huella de carbono de alcance 2 no depende de mí (pues depende de la red), sólo puedo reducir la huella reduciendo el consumo eléctrico. Incluso puede ocurrir que reduzca mi consumo pero aumente el factor de emisión de la red eléctrica, con lo que mi huella de carbono se vea aumentada.

El segundo método nos informa de las decisiones de compra que toma la organización. Tiene algunas ventajas. La más destacable es que las organizaciones tienen dos opciones para reducir su huella de alcance 2: cambiarse a comercializadoras más verdes – lo que muestra su compromiso en la política de compras – y/o reducir su consumo eléctrico. Pero también tiene desventajas. La principal consiste en que una organización con electricidad verde, que sólo monitorice su huella de carbono, puede sacar la falsa conclusión de que su consumo eléctrico no tiene impacto en el clima. Por otro lado, este método pone en el mismo nivel diferentes esfuerzos para luchar contra el cambio climático. Imaginemos una empresa que decide pasarse a comercializadora 100% renovable. Según este método, su huella de carbono de alcance 2 será cero. Imaginemos ahora otra empresa que decide poner paneles solares en su tejado y abastacerse totalmente con energía solar. Siguiendo este método, tendrá la misma huella de carbono de alcance 2 que la empresa anterior, sin embargo su contribución en la lucha contra el cambio climático no tiene nada que ver. Esta segunda empresa tiene una huella de carbono de alcance 2 de valor cero tanto con el primer método*** como con el segundo método.

Muchos estándares suelen decantarse por utilizar el segundo método, en la jerga, market based. En realidad, lo más apropiado es utilizar ambos métodos e informar cada uno de ellos, pues cada uno aporta información diferente y ambas son relevantes. Esto mismo es lo que determina el estándar de GHG Protocol**** Scope 2, un estándar que enmienda el estándar general. Por desgracia, esta enmienda suele pasar desapercibida.

Ante el reto de calcular la huella de carbono dos veces, muchas organizaciones creen tener que duplicar el trabajo. Nada de eso. El coste de realizar la huella de carbono sigue siendo el mismo, sólo hay que realizarlo una vez. Para ello debemos disponer de una buena herramienta de cálculo de huella de carbono que nos permita guardar la información y ver la evolución. Una vez realizado el cálculo de la huella de carbono con el factor de emisión de electricidad de nuestra comercializadora, sólo debemos “guardar como” esa hoja de cálculo y cambiar el factor de emisión de la electricidad por el correspondiente a la red eléctrica. Así de sencillo.

En conclusión, cambiarse a comercializadora 100% renovable no reduce tu huella de carbono real pero sí manda una señal de mercado importante. En la actualidad, somos menos los demandantes de electricidad 100% renovable que la oferta existente. ¿No crees que sería una gran señal al mercado y a las instituciones que hubiera más demandantes que oferta? Contrata electricidad 100% renovable sin olvidar seguir reduciendo tu consumo energético.

Pedro Olazabal, CEO de areteia

 

* el alcance 2 incluye también el consumo de energía para calor, vapor y refrigeración pero en este artículo nos centramos en el eléctrico.

** este factor lo publica REE cada año en sus informes

*** debido a que su “red” sólo es alimentada por los paneles solares

**** Los estándares de GHG Protocol son los más utilizados en el mundo

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