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“Hay que redefinir el propósito de las empresas porque de eso depende su progreso y su existencia en el futuro” M. Porter

Parece que hemos perdido de vista el propósito. La verdadera finalidad del “progreso” es el desarrollo humano, pero hemos seguido adelante sin tener en cuenta que debemos actuar con responsabilidad. Todo el esfuerzo orientado a un progreso meramente productivo está abocado al fracaso. En el actual contexto social y económico están surgiendo muchos movimientos a nivel global que pretenden restaurar la relación rota del hombre con la técnica y con la naturaleza, y volver a la esencia.

Estos movimientos empresariales, son a su vez fuertes corrientes de pensamiento que comparten el mismo objetivo: “transformar el mundo”. Surgen a partir de la Responsabilidad Social empresarial como marco teórico/legal, pero incorporan aspectos que los diferencian y caracterizan. Quieren mejorar el futuro, crear valor y hacer que las empresas sean las mejores “para el mundo”. Entre estos movimientos se encuentran: B Corporation, Concious Capitalism, Sustainable Brands o la Economía del Bien Común. Todos trabajan para lograr el progreso pero de una forma verdaderamente humana y sostenible. El objetivo es promover un cambio social positivo involucrando a todos los entes sociales, como empresas e Instituciones, porque tienen un gran poder en la economía y en la sociedad. Las empresas están dando grandes pasos en este sentido, y aunque queda mucho por hacer, cada vez es mayor el número de empresas orientadas a valores que cambian la tiranía del cortoplacismo por un propósito social. La Teoría de la “Creación de Valor Compartido1” de Porter y Kramer afirma que todo producto o servicio tiene impacto sobre una necesidad de la sociedad, y las compañías tienen que repensar y redefinir sus productos y sus cadenas de valor para satisfacer esas necesidades sociales. La generación de valor parece ser el paso siguiente, la evolución natural de la RSC. Todos los movimientos anteriormente citados trabajan para promover que las Organizaciones generen valor para sí mismas y para todos sus Grupos de interés.

Forética2 señala que un enfoque empresarial orientado a la RSC tiene un impacto directo en un gran número de palancas de creación de valor para la Organización, como la mejora de los márgenes, el crecimiento orgánico, y la gestión de riesgos y costes de capital. Crear Valor supone enfocar la actividad hacia lo que de verdad importa. La integración de la RSC en la Estrategia y en la cultura empresarial hace que las Compañías generen valor para sí mismas y para sus Grupos de Interés. Para las propias Compañías, la Creación de Valor repercute en dos dimensiones principales:


Refuerzo de la Reputación de la Marca. La reputación se ha convertido en un activo estratégico para las empresas. Las marcas que gozan de una buena reputación demuestran una capacidad diferenciadora para atraer inversores y retener clientes y empleados, a la vez que generan mayores niveles de satisfacción y fidelidad hacia sus productos y servicios. Tal y como señala Corporate Excellence3, en la actualidad, la reputación corporativa es uno de los dos indicadores no financieros más populares en el mundo de las organizaciones. Los consumidores comienzan a elegir los productos o servicios de una empresa atendiendo a sus criterios de Responsabilidad para con sus empleados, con la Sociedad y con el Medio ambiente. 

Reducción de riesgos: para garantizar la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo, se hace necesario amortiguar los riesgos que el cambio climático, la amenaza de posibles sustitutos o una crisis en el Gobierno corporativo puedan ocasionar.

Es necesario que las empresas comiencen a actuar en el corto plazo para mitigar el impacto de estos riesgos relacionados con la sostenibilidad. La autorregulación que supone la Responsabilidad Corporativa, va más allá del mero cumplimiento de la ley. Los altos estándares de exigencia en cuanto a excelencia en la gestión y a la transparencia reducen los riesgos que supone un comportamiento imprudente.  Concluyo con una cita que también nos habla de redefinir el propósito, de una nueva conciencia:“De una nueva conciencia puede surgir la creación de un nuevo mundo, más justo y sostenible. Tenemos que reinventarnos, reencuadrar nuestras percepciones, remodelar nuestras creencias y nuestros comportamientos, unir nuestro conocimiento, reestructurar nuestras instituciones y reciclar nuestras sociedades.” Hazel Henderson.

“Creating Shared Value” M.Porter y M.R.Kramer, Harvard Business Review, 2011 

2 Informe Forética 2015 sobre el estado de la RSE en España

3 Informe “Approaching the Future”, Corporate Excellence 

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OpiniónEmpresas

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