¿Quién se lleva el margen de la sobretasa? La desconfianza.
¿Cuánto gastan las empresas para proteger su capital? Miles de millones. ¿La causa? No confían en los sistemas en los que operan. Si lo hicieran, todo sería más simple, pero mucha gente tendría que ocuparse en otra cosa…
Hay profesiones que están diseñadas sobre la base de la desconfianza, supuestamente para remediar el problema. A la larga, los sobrecostos destinados a solucionar la desconfianza son parecidos a aquellos de la ineficiencia que se pretende resolver.
Cuando el consumidor desconfía, no compra o compra menos.
Cuando un proveedor desconfía, se sobreprotege con extras en el precio o bien decide no vender.
Cuando la comunidad en la que una empresa está, desconfía de ella, habrá mal clima y será posible entonces acciones de reclamos, quejas y hasta bloqueos operativos.
¿Cuál es el costo de tener una planta industrial parada durante un día? Mucho dinero. Y Todo comenzó con la desconfianza.
La confianza se nutre del conocimiento. La desconfianza, del desconocimiento.
Muchas empresas no son confiables porque no quieren exponer su gestión en forma transparente. Claro que siempre estará la escusa de los datos confidenciales y obviamente no desconocemos ni negamos que hay datos estratégicos en todo negocio, pero desde que existe Google el acceso a datos empresariales está a sólo un par de clics de distancia.
Si Usted tuviera que elegir sobre cómo sus aliados clave llevan a saber sobre Usted y su gestión, ¿preferiría que lo hagan de boca suya o de boca de su competencia? Por más que Usted decida no hablar mucho sobre quién es y lo que hace, otros lo harán por Usted.
La forma más segura de no tener problemas dicen muchos especialistas jurídicos, es no mostrando nada sobre la gestión de la empresa. En poco tiempo, la forma más rápida de que un negocio fracase será la misma, es decir, seguir creyendo que negando la realidad nos va a ir mejor.