¿Por qué es importante empezar a introducir la RSC en el sector económico que más crece en los últimos años? Es sencillo de entender. De los 20 millones de usuarios que hay en España, todos juegan a las diferentes plataformas (Playstation, Xbox y PC son las mayoritarias) mayoritariamente sentados, en mala posición y, además, consumiendo refrescos y comida basura.
Sólo en unos pocos casos, los videojuegos se usan como terapia desestresante después de un día duro. También hay un porcentaje que los usa así. Y aún siendo pequeño, existe. Sin embargo, la mayoría lo usan como ocio y reunión social.
Es por eso que el gaming y la responsabilidad social corporativa están condenados a darse la mano y caminar juntos. No se trata de proporcionar sillas ergonómicas, ni mejores pantallas, ni siquiera gafas que protejan de las radiaciones de éstas. No, se trata de que las empresas que organizan torneos, celebraciones y los patrocinadores de las mismas tomen conciencia de que hay que preparar acciones que ayuden a los gamers, y los espectadores, a entender que la RSC es una herramienta que ayudará a que el sector mejore.
¿Cómo hacerlo? Para eso, afortunadamente, en España se acaba de crear la Federación Española de Videojuegos y e-Sports, y ellos se van a preocupar de que el sector sea socialmente responsable recomendando implementar mejoras directas en cada evento.
Ahora es cuando el sector tiene que ponerse las pilas y ser responsable. Cuanto antes lo haga, más y mejor podrá crecer porque si es de las actividades económicas más modernas y crecientes, no debe dejar de lado la RSC.