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Lo llamemos innovación social, sostenibilidad, valor compartido o RSE la realidad es que somos muchos los que nos esforzamos por convertirlo en mainstream. Pero como nos puede aparecer un caso Zetta antes o después, más nos vale que empecemos a incorporar algunos compromisos de auto-saneamiento. No se trata de una caza de brujas pero sí quiero lanzar 4 propuestas para no autodestruirnos

Tras unos años en los que la fabricación en España empezaba a ser un argumento de compra, aparece Zetta, “el (supuesto) Apple extremeño”, y con su engaño tira por la borda buena parte del esfuerzo construido para beneficiar la producción local.

A cosas como éstas nos tenemos que acostumbrar. Siempre habrá un Correa, un José Luis Gamarra o un Madoff. Pero, al mismo tiempo, da pena pensar que el esfuerzo amable de mucha gente se vea ensombrecido el día de mañana. El esfuerzo de líderes de cambio dentro de las empresas que se acercan a la innovación social, la sostenibilidad o el valor compartido (sí, también a la RSE bien entendida); el esfuerzo de emprendedores sociales que luchan contra la indiferencia de los que le rodean; el esfuerzo de agentes en administraciones públicas, consultoras, aceleradoras, etc para que este micromundo pase al mainstream. Todo ese esfuerzo se merece una buena recompensa.

Somos los primeros que demandamos que convivan las distintas visiones de cambio de la economía, pero eso no quita para que quizá empecemos a incorporar algunos compromisos de auto-saneamiento. Ahí va nuestra propuesta:

  • Adornar pero sin pasarse. Vale, necesitamos hacer atractivo nuestro mensaje. Vale, un poco de maquillaje no le viene mal. Pero, reconozcámoslo, algún día se nos ha ido un poco la mano. El ejemplo del maltrato y abuso al término RSE nos debería hacer reflexionar
  • Contigo no, bicho. Sí, es nuestra responsabilidad señalar rápidamente si hay alguien que lo está haciendo mal. Puede que sintamos que somos el amigo rollo que para la música de la fiesta. Pero en casos concretos puede ser beneficioso un poco de relax para nuestros tímpanos...
  • .. Sin pasarnos: No nos castiguemos por tener visiones diferentes. Sepamos entender la diferencia de cada enfoque: se llame innovación social, sostenibilidad, empresa social, economía social y solidaria, valor compartido o lo que sea. ¡Vamos en la misma dirección!
  • Prometámonos a nosotros mismos no estancarnos, seguir luchando y seguir cambiando. Y si aparece un Zetta, relativicemos porque somos muchos (muchos más de los que pensamos) haciendo cosas que cambiarán la forma de entender nuestra economía. ¡A por ellos!

Iñigo

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OpiniónEmpresasZetta

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