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Según la teoría de juegos más elemental, el acuerdo más favorable a largo plazo es aquel que supone un win-win para todas las partes implicadas. Lamentablemente hace tiempo que la ecuación no se resuelve de forma equilibrada. La desigualdad creciente es una lacra que va en aumento y son ya numerosas las voces y organizaciones que alertan de la situación

La declaración conjunta de Obama y Trudeau constituye un importante desafío al lobby de la industria petrolífera de ambos países que está ejerciendo toda su influencia política y económica para impedir que las administraciones de Canadá y Estados Unidos lleven a cabo estos objetivos.

El pasado viernes, leyendo el periódico La Vanguardia, me encontraba con esta introducción al artículo que explicaba la noticia relativa al encuentro entre el primer ministro de Canada, Justin Trudeau y Barack Obama. En dicho encuentro, uno de los principales acuerdos fue su clara declaración de intenciones de luchar contra el cambio climático, uniendo esfuerzos en sus políticas energéticas.

Sin duda una noticia interesante. No obstante lo que me llamó la atención fue la coletilla posterior que introducía:  ...constituye un importante desafío al lobby de la industria petrolífera de ambos países, que está ejerciendo toda su influencia política y económica para impedir que se lleven a cabo estos objetivos.

En definitiva, nos encontramos con un sistema económico y político barrido por las influencias y que en numerosas ocasiones  acaba pervirtiendo las decisiones a nivel político. Decisiones que han tomado nuestros representantes, con nuestros votos, apoyando un determinado programa de gobierno.

Noticias como ésta las que queramos y más. Recientemente, también en Diario Responsable, escribía un artículo que hablaba de la elusión fiscal y como la capacidad de presión de grandes compañías les permitía incumplir sus obligaciones fiscales y en el “mejor”de los escenarios, para esquivar implicaciones legales, llegar a acuerdos con los gobiernos del todo inaceptables para el ciudadano.

Si queréis tener una opinión de la máxima autoridad sobre la falta de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y los efectos sobre la política y el enfado de las clases medias, os aconsejo leer este excelente artículo de Harvard Business Review sobre la situación actual de las elecciones en EEUU y como se puede haber llegado a ello. Lo podríamos titular: “Los grandes negocios y la política de la ira

Me pregunto entonces (y mucho me que temo que no soy el único) de que estamos hablando.  ¿Quien gobierna? ¿Para quien? ¿Quien acaba pagando las consecuencias de políticas beneficiosas para unos pocos en contra del interés de muchos? ¿Quien acaba pagando los perjuicios que provoca la elusión fiscal de grandes multinacionales?

La respuesta ya la sabemos. Lo notamos cada día en nuestro bolsillo. Si esto es así y teniendo en cuenta que el consumo interno es el principal driver de crecimiento de las economías desarrolladas, hasta cuando será sostenible el sistema actual tal y como está montado.

La base del consumo se sustenta en la moderada capacidad de compra de una inmensa mayoría (clase media o media-baja) no en la enorme capacidad de compra de una pequeña minoría (clases altas).

Pongamos un ejemplo relacionado con la capacidad recaudatoria de los estados. Donde se puede obtener un mayor efecto recaudatorio, con un pequeño incremento impositivo a una gran base de contribuyentes o con un gran incremento a una minoría de contribuyentes de rentas altas. ¿No hace falta responder verdad?

Según la teoría de juegos más elemental, el acuerdo más favorable a largo plazo es aquel que supone un win-win para todas las partes implicadas. Lamentablemente hace tiempo que la ecuación no se resuelve en un win-win. La desigualdad creciente es una lacra que va en aumento y son ya numerosas las voces y organizaciones que alertan de la situación.  

En el siguiente enlace podeís ver el vídeo "Even it up" de Oxfam Internacional, en el que de forma amena explica la realidad y los efectos de los lobbies.

Siempre es bueno pensar un poco sobre ello.

En este artículo se habla de:
OpiniónEmpresasBuen Gobierno

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