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Luis Aragonés , entre otras personas, “tocó” en vida a Xavi Hernández, el cerebro de la roja. Xavi nos cuenta cómo Yo confío en ti se convierte en “yo confío en mí mismo”, y te devuelvo la confianza depositada.

Una pequeña diferencia que hace toda la diferencia, y marca un camino de éxito. Porque el éxito no es sólo lo que se cosecha después, sino, fundamentalmente, lo que se planta antes.

un abrazo, Mikel

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http://wp.me/p3iA9W-Lv, entrada del blog de oé corazón

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de vez en cuando deambulo por las páginas de marca, de as, y leo historias relacionadas con el deporte, historias de superación personal y de construcción de equipo. Ayer leí un artículo publicado en la sección de deportes de el país, un artículo de Xavi Hernández, con motivo de la muerte de Luis Aragonés, titulado ni usted ni yo somos japoneses.

En el artículo, Xavi cuenta anécdotas de Luis, una persona que trataba de Usted a sus jugadores, con una cercanía total, y un lenguaje directo, un tío que miraba a los ojos, sin pelos en la lengua. En este mundo del polite, fisno fisno, supongo que a más de uno le habrán entrado ganas de meterse en las trincheras para defenderse. Como ejemplo de lenguaje directo, la pregunta que le hace a Xavi al recibirle en una convocatoria:

“¿Qué pensaba usted? ¿Que el hijo de puta del viejo no lo iba a traer, eh?”

En la entrevista trasluce el tremendo criterio de Luis, su pasión por el futbol, pero hay una historia que quiero señalar de forma especial. Es la historia de la confianza en una persona, una historia que deriva en el éxito de un equipo. Abro la wiki y hago unas consultas para revisar en qué periodos fueron entrenadores del Barcelona Van Gaal, Rijkaard (2003-2008) y Guardiola (2008 y siguientes).

En la entrevista, Xavi explica que Luis le da los galones de la Roja antes de la Eurocopa del 2008, antes de la llegada de Guardiola. Xavi, por aquel entonces, era el medio centro que había descubierto Van Gaal, aunque al principio, cada vez que reculaba o giraba sobre sí mismo, hasta en el Camp Nou le pitaban, al que mantuvo Rijkaard, en un equipo en el que el mando, el glamour y los galones se los repartían seguramente Ronaldinho, Deco y Etoó, ante la mirada de tres chavales, Xavi, Iniesta y Messi que jugaban bastante bien al futbol.

En sus palabras “Me dio el mando de la selección cuando no lo tenía ni en el Barça. Decidí devolverle la confianza en el campo. Si fui elegido el mejor jugador de la Eurocopa fue por él, aunque él siempre me lo negaba.” El artículo de Xavi es una historia de confianza en el potencial de un chaval que jugaba fenomenal al futbol, pero que era un potencial por explotar.

Y suma y sigue, porque un apuesta personal sólo es apuesta cuando se mantiene contra viento y marea, que apostar al caballo ganador cuando sólo corre uno no es jugar.

En lo personal, Luis me hizo sentir importante cuando mi autoestima era un desastre.  Conmigo tuvo detalles inolvidables. A Alemania no llegué bien, pero me esperó. Venía a verme a Barcelona, preocupado por mi rodilla. Vino Paredes [preparador físico] a subir a La Mola mientras me recuperaba… Luis me llamaba cada dos por tres. “Apriete Xavi, no se duerma que le espero”.

Releo el artículo de Xavi, ni usted ni yo somos japoneses, ni falta que hace, y me quedo con el regusto de haber leído la clave de una historia en la que el héroe empieza a confiar en sí mismo, Neo en Matrix, enfrentándose al agente Smith, “ha empezado a creer”. Alguien le apoya, alguien cree en él, y aparece esa alquimia maravillosa, y el bronce se convierte en oro, y él mismo empieza a creer. Creer creyendo. Y usted está al mando pasa a ser "yo estoy al mando".

http://deportes.elpais.com/deportes/2014/02/01/actualidad/1391284340_205577.HTML

En ese maravilloso proceso, alguien me miró al fondo de los ojos y me vio, y lo que es más importante, yo miré en el fondo de mi ser, y me vi.

En algún sitio en el camino ha aparecido ese maravilloso ingrediente, que todo lo transforma. Se llama confianza personal. En el artículo, Xavi nos regala una pista, uno de los caminos para llegar a esa confianza en uno mismo, a través del agradecimiento, devolviendo la confianza recibida. Tú me das, yo te doy, en el camino de vuelta me encuentro. Porque la pelota va al frontón, y vuelve, como decía la madre de mi abuelo José, en referencia al frontón vasco. Porque la pelota va y vuelve, y nace el tiki-taka. Gracias, Luis, por confiar en la capacidad de este chico. Gracias, Xavi, por el maravilloso “yo soy” de respuesta. Gracias por lucir en este universo y ayudar a que otros luzcan tan bien. Un círculo virtuoso en el que todos salimos ganando.

xaviluismon   así lo vimos…

“5 copas para brindar por la vida y la muerte” es un programa para el desarrollo de equipos de alto rendimiento en las organizaciones.

 

La construcción de la confianza es uno de los cuatro pilares básicos en el funcionamiento de equipos de alto rendimiento.

                                                                     

www.oecorazon.es

por cierto, y aprovechando el viaje, tiki- taka, ¿cómo estáis de confianza (personal y dentro de los equipos de trabajo) en tu organización?

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Opinión

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