
La Comisión Europea avanza hacia una mayor inclusión de las pequeñas y medianas empresas en la transición verde, sin imponer nuevas cargas regulatorias. El pasado 29 de julio, el Ejecutivo comunitario presentó una recomendación que introduce una norma voluntaria para que las pymes informen sobre cuestiones de sostenibilidad.
Este marco ha sido elaborado por el EFRAG —el grupo asesor técnico de la Comisión para la elaboración de estándares de sostenibilidad— y tiene como objetivo proporcionar una herramienta clara y proporcional a las capacidades de las pymes. Está especialmente dirigida a aquellas empresas que no están sujetas a la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés), pero que reciben crecientes solicitudes de información por parte de grandes compañías e instituciones financieras.
La Comisión alienta a estas entidades de mayor tamaño a basar sus requerimientos de información en esta norma voluntaria “en la medida de lo posible”, para evitar sobrecargar a sus socios más pequeños dentro de la cadena de valor.
Además, las pymes que decidan adoptar voluntariamente esta herramienta podrán mejorar su acceso a financiación sostenible y hacer un seguimiento más eficaz de su desempeño ambiental y social. Esto, según señala la Comisión, podría traducirse en una mayor resiliencia y competitividad a medio y largo plazo.
Esta iniciativa se enmarca dentro del paquete de simplificación conocido como Ómnibus I, adoptado por la Comisión el 26 de febrero de 2025. En este paquete se propuso limitar la obligación de informar sobre sostenibilidad únicamente a grandes empresas con más de 1.000 empleados. Para el resto, se plantea esta opción voluntaria, que actuará además como un “límite máximo” en las exigencias informativas que pueden hacerles sus socios comerciales dentro de la cadena de suministro.
La recomendación actual se considera una medida provisional hasta que se adopte formalmente el acto delegado que dará lugar a la norma voluntaria definitiva. El contenido de dicho acto podría diferir del presentado ahora, y su aprobación dependerá del resultado de las negociaciones entre los colegisladores europeos sobre la propuesta Ómnibus I.
Con esta medida, la Comisión da un paso más hacia un modelo de sostenibilidad más inclusivo, que tenga en cuenta las realidades de las pymes, fundamentales para el tejido productivo europeo.