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La 13ª edición de la Jornada Anual de Energía ha reunido a destacadas figuras del sector público y privado para debatir sobre el papel de la industria, la competitividad y la necesidad de canalizar el ahorro de los europeos hacia inversiones productivas dentro del continente. Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, ha destacado la importancia de incluir la seguridad energética en el concepto de seguridad global.
Seguridad energética y competitividad: claves para el futuro de Europa

La transición energética no solo es una cuestión ambiental, sino también de seguridad y competitividad. Así lo ha afirmado Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, durante la decimotercera Jornada Anual de Energía organizada por EsadeGeo en Madrid.

En un contexto internacional marcado por conflictos y tensiones geopolíticas, la energía se ha convertido en un elemento clave de la seguridad europea. “Materias primas utilizadas para chantaje, cables submarinos que se rompen o efectos devastadores del cambio climático son ejemplos de cómo la seguridad energética está en el centro del debate actual”, señaló Ribera.

Una Estrategia Basada en Seguridad, Competitividad y Valores

Desde la Comisión Europea se defiende una respuesta basada en el refuerzo del mercado común y la apuesta por un sistema multilateral. Ribera ha reafirmado la necesidad de un proyecto europeo que trascienda las fronteras y las tensiones internas, promoviendo una industria limpia y sostenible.

El 'Pacto por una Industria Limpia', una de las principales iniciativas de la Comisión en este periodo, busca garantizar que Europa siga siendo un líder en innovación y sostenibilidad. Para ello, es fundamental que el ahorro de los europeos se invierta dentro del continente, evitando la dependencia de sistemas financieros externos.

A pesar de sus fortalezas –como una infraestructura moderna, sociedades bien formadas y una economía diversificada–, Europa se enfrenta al reto de no perder competitividad frente a otras potencias globales. En este sentido, Ribera ha subrayado que los objetivos climáticos no son solo una cuestión de sostenibilidad, sino también de estrategia económica. “Descarbonización, eficiencia en el uso de los recursos y reducción del impacto ambiental son los mismos vectores que garantizan la competitividad europea”, afirmó.

La jornada contó con la participación de destacadas figuras del sector público y privado, quienes debatieron sobre cómo Europa puede equilibrar el crecimiento industrial con los desafíos climáticos y geopolíticos. El evento fue inaugurado por Javier Solana, presidente de EsadeGeo, quien destacó la necesidad de reacción rápida y flexible ante la compleja situación global.

El debate sobre seguridad energética sigue abierto y Europa se enfrenta al desafío de consolidar un modelo de desarrollo que garantice estabilidad, competitividad y sostenibilidad para el futuro.

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