En un contexto donde la innovación tecnológica define las reglas del juego, la Inteligencia Artificial (IA) se ha posicionado como un pilar estratégico para los líderes empresariales en 2025. Según el informe“From Potential to Profit: Closing the AI Impact Gap”, elaborado por Boston Consulting Group (BCG), el 75% de los ejecutivos globales sitúan la IA entre sus tres prioridades estratégicas. Sin embargo, solo una cuarta parte ha logrado obtener un impacto significativo de sus iniciativas.
El estudio, basado en encuestas a 1.803 ejecutivos de alto nivel en 19 mercados y 12 sectores, revela un creciente interés por maximizar el retorno de la inversión (ROI) en IA, con una de cada tres grandes empresas planeando destinar más de 25 millones de dólares a esta tecnología.
En España, el optimismo frente a la IA es especialmente destacado. El 81% de las empresas españolas consideran la IA y la IA generativa una de sus tres prioridades estratégicas, superando la media global (75%) y situándose en segundo lugar a nivel mundial, solo detrás de India. Además, el 29% de las empresas en el país afirman que la IA ya está generando un valor significativo, ocupando el segundo puesto después de Singapur (37%).
Cabe recordar que la IA generativa es un tipo de inteligencia artificial diseñada para crear contenido nuevo y original, como textos, imágenes, música, videos, código u otros formatos, basándose en patrones aprendidos a partir de datos previos. A diferencia de otras formas de IA que se limitan a analizar o clasificar información existente, la IA generativa tiene la capacidad de generar algo completamente nuevo que puede parecer creado por un humano. Se basa en modelos avanzados de aprendizaje automático, como las redes neuronales generativas adversarias (GANs) o los modelos de lenguaje transformador como GPT. Estos modelos son entrenados con grandes cantidades de datos para aprender estructuras, estilos y patrones que luego utilizan para producir contenido similar.
Según el informe, las empresas líderes en IA están logrando resultados superiores al priorizar iniciativas estratégicas específicas, como la transformación de procesos clave y la creación de nuevas ofertas. Estas organizaciones obtienen un ROI promedio 2,1 veces mayor que el resto, demostrando que la clave no está en la cantidad, sino en la calidad y el enfoque estratégico.
El futuro de la IA también pasa por los agentes autónomos, sistemas capaces de tomar decisiones y actuar con mínima intervención humana. Aunque esta tecnología aún está en fases iniciales, el 67% de los ejecutivos a nivel mundial está considerando implementarla para mejorar la productividad y optimizar operaciones. A pesar del temor a la automatización, el 68% de los líderes empresariales prevé mantener el tamaño actual de su fuerza laboral, apostando por la capacitación del talento existente. En España, el 10% de las empresas espera incluso aumentar su plantilla gracias a la IA, en contraste con solo un 8% que anticipa reducciones.
El informe también subraya los obstáculos a superar para maximizar el impacto de la IA. Entre los principales riesgos identificados se encuentran:
Además, el 76% de los ejecutivos reconoce que sus actuales medidas de ciberseguridad relacionadas con IA requieren mejoras sustanciales. Sylvain Duranton, líder global de BCG X, destaca que las empresas exitosas aplican el marco 10-20-70, destinando el 70% de sus esfuerzos a transformar procesos, personas y cultura, el 20% a datos y tecnología, y solo el 10% a algoritmos.
“Garantizar el éxito de la IA exige un enfoque disciplinado, una ejecución rigurosa y una fuerza laboral lista para adaptarse a un entorno cambiante”, señala Duranton.
El estudio de BCG evidencia que la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino un motor de transformación organizacional. Sin embargo, para desbloquear todo su potencial, las empresas deben abordar los desafíos éticos, regulatorios y culturales asociados. En un mundo cada vez más impulsado por datos e inteligencia artificial, la clave no está solo en la adopción de tecnología, sino en integrarla con un propósito claro y una visión estratégica que asegure beneficios tanto para las organizaciones como para la sociedad en su conjunto.
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