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La entidad financiera destaca cómo los trabajos verdes no solo contribuyen a frenar el cambio climático, sino que también se convierten en una herramienta esencial para reducir la desigualdad y generar oportunidades laborales dignas. Desde la instalación de paneles solares hasta la rehabilitación energética de edificios o la economía circular, estas ocupaciones son el motor de una transición energética justa que redefine el mercado laboral a nivel global.
BBVA destaca la importancia de los trabajos verdes para una transición energética justa

Según BBVA, los empleos verdes se posicionan como una solución clave para afrontar dos de los mayores desafíos globales: frenar el cambio climático y combatir la desigualdad social. Naciones Unidas define estos trabajos como aquellos que contribuyen a preservar y restaurar el medioambiente. Desde ingenieros especializados en vehículos eléctricos hasta instaladores de paneles solares, pasando por ecodiseñadores, peones forestales o expertos en agroecología, estas ocupaciones impulsan una transformación económica y social necesaria para un futuro sostenible.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) amplía esta definición, señalando que los empleos verdes pueden surgir tanto en sectores tradicionales, como la construcción o la manufactura, como en áreas emergentes, entre ellas las energías renovables y la eficiencia energética. Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) destaca que estos trabajos reducen el impacto ambiental de las empresas hasta niveles sostenibles.

Transformar la economía y el empleo

“Todos los sectores productivos, en mayor o menor medida, deben ajustarse y dar una respuesta adecuada al cambio climático”, explica Nicolás Ojeda, coordinador del Área de Economía y Empleo Verde de la Fundación Biodiversidad (MITECO). Entre los ámbitos más prometedores de esta transición se encuentran las energías renovables, la rehabilitación energética de edificios, la economía circular y la restauración ecológica, entre otros.

En España, la Fundación Biodiversidad y la Oficina Española de Cambio Climático identificaron en su informe Empleo y transición ecológica hasta 40 ocupaciones clave para los próximos diez años. Entre ellas figuran ingenieros en componentes para vehículos eléctricos, especialistas en biodiversidad y agroecología, instaladores de sistemas fotovoltaicos y técnicos en ecodiseño.

Deloitte, por su parte, introduce el concepto de “trabajadores de cuello verde” para describir a los profesionales que lideran esta transición. Según su informe Work toward net zero, para 2050 podrían crearse más de 300 millones de empleos ligados a la transición energética, consolidando una revolución industrial verde en menos de tres décadas.

Beneficios y retos de los empleos verdes

Los beneficios de los empleos verdes son múltiples. Según la OIT, contribuyen a reducir emisiones de gases de efecto invernadero, minimizan residuos, mejoran la eficiencia en el uso de recursos, protegen los ecosistemas y fomentan la adaptación al cambio climático. Además, esta transición puede generar crecimiento económico y nuevas oportunidades laborales.

Sin embargo, también implica desafíos. Ojeda subraya la necesidad de garantizar estabilidad laboral, crear igualdad de oportunidades y proteger los derechos de los trabajadores más afectados por los cambios socioeconómicos. Para ello, la formación y capacitación resultan fundamentales. En España, el programa Empleaverde+ fomenta el desarrollo de competencias necesarias para esta nueva economía, promoviendo una transición inclusiva y sostenible.

Ejemplos globales de empleos verdes

En América Latina, Uruguay se presenta como un modelo en el uso de fuentes renovables para generar electricidad. No obstante, sectores como el transporte y la industria aún necesitan descarbonización. El Fondo de Innovación en Energías Renovables (REIF) trabaja en esta dirección, financiando proyectos tecnológicos y capacitando a los futuros trabajadores verdes.

En Zambia y Egipto, iniciativas apoyadas por la OIT han transformado comunidades locales, permitiendo a las mujeres construir sus propias viviendas o enseñar a campesinos a fabricar biogás con residuos ganaderos, generando recursos energéticos valiosos y empleos sostenibles.

El avance hacia una economía climáticamente neutra y regenerativa abre oportunidades sin precedentes en el mercado laboral. Tal como destaca BBVA, los empleos verdes no solo son esenciales para mitigar el cambio climático, sino también para reducir las desigualdades sociales y garantizar un desarrollo equitativo. “Disponer de las capacidades adecuadas permitirá a las personas participar plenamente en esta transformación, asegurando que nadie quede atrás”, concluye Ojeda.

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