La necesidad anual de financiación para el desarrollo sostenible a nivel mundial ha experimentado un aumento significativo, pasando de 2,5 a 4 billones de dólares estadounidenses tras los impactos de la crisis del COVID-19. Este incremento sitúa el nivel de inversión requerido para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 por encima de los presupuestos públicos, los ingresos fiscales y la ayuda oficial al desarrollo. Para abordar este desafío, Team Europe, compuesto por las instituciones de la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros, se ha fijado el objetivo de movilizar hasta 300.000 millones de euros en el marco de la Estrategia Global Gateway, durante el período comprendido entre 2021 y 2027. Esta estrategia reconoce la necesidad de una colaboración entre el sector público y privado para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
En este contexto de crecientes necesidades de cooperación, SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España, ha anunciado el lanzamiento del Área Internacional con el propósito de catalizar la movilización de fondos tanto públicos como privados hacia proyectos y organizaciones que generen impacto social y medioambiental en Latinoamérica y África, enfocándose particularmente en estas regiones. El anuncio tuvo lugar durante el evento "Hacia una Transición Justa en el Sur Global", organizado por SpainNAB en colaboración con la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (COFIDES) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dos entidades clave en el impulso de esta iniciativa y en la ampliación de la movilización de capital necesario. El respaldo financiero para esta nueva área de trabajo proviene de entidades como CaixaBank, Allianz Global Investors, Fundación Anesvad y Global Social Impact Investments, además de COFIDES en calidad de aliado estratégico.
Es importante destacar que SpainNAB ha estado trabajando en los últimos años para promover un nuevo modelo económico que canalice mayores flujos de capital hacia los desafíos sociales y medioambientales, fortaleciendo así el ecosistema de inversión de impacto en España. Sin embargo, es fundamental intensificar la inversión de impacto y movilizar recursos desde España para contribuir a la financiación de una transición justa hacia un futuro más sostenible y equitativo en las regiones emergentes. Este esfuerzo es posible gracias a la experiencia acumulada en cooperación financiera española, que ha sido clave en la movilización de capital privado para abordar los ODS. Además, SpainNAB representa al Global Steering Group for Impact Investment (GSG) en España, con presencia en más de 40 países y un alcance global a través de las redes NAB en América Latina y África.
Mariona González, directora de Economía e Innovación Social de SpainNAB, subrayó la importancia del trabajo conjunto entre el sector público, el privado y la sociedad civil para enfrentar el desafío de una transición justa que aborde los efectos del cambio climático y reduzca las desigualdades, especialmente en economías emergentes como las regiones de Latinoamérica y África. Por su parte, José Luis Curbelo, presidente y consejero delegado de COFIDES, destacó el papel crucial de COFIDES como actor en la cooperación financiera española, promoviendo soluciones financieras innovadoras que impulsan el desarrollo económico y mejoran la calidad de vida en países y economías emergentes.
Fernando Jiménez-Ontiveros Diego, director de Cooperación Multilateral, Horizontal y Financiera de AECID, señaló la importancia de generar proyectos viables y la necesidad de que los inversores gubernamentales y las instituciones de financiación del desarrollo proporcionen ejemplos de viabilidad financiera para el sector privado, al tiempo que se enfocan en objetivos sociales y medioambientales específicos. Destacó también el papel crucial de la asistencia técnica como catalizador para los inversores del sector privado en fondos de inversión de impacto, así como la necesidad de establecer sistemas robustos de medición de impacto para evitar el llamado "impact washing".
El grupo de trabajo está compuesto por un total de 37 entidades, que incluyen representantes públicos, ONGs, firmas de gestión de activos financieros y representantes académicos. Estas entidades colaboran estrechamente para impulsar la inversión de impacto y la movilización de recursos hacia el desarrollo sostenible en Latinoamérica y África.