Sin duda, el formato de coworking ha emergido como un terreno fértil para la adopción de prácticas empresariales responsables. Estos espacios, cuidadosamente diseñados para priorizar la eficiencia energética y el uso sostenible de recursos, se convierten en centros activos de concienciación ambiental. Al encontrarse estratégicamente ubicados en áreas urbanas bien conectadas, fomentan activamente el uso de medios de transporte sostenibles entre sus miembros. Además, la cultura arraigada de compartir recursos inherente al coworking ayuda a reducir la necesidad de adquirir nuevos productos, contribuyendo así a minimizar la huella de carbono. Más que simples lugares de trabajo, estos espacios sirven como comunidades comprometidas con la protección del medio ambiente, adoptando prácticas sostenibles que benefician tanto a sus ocupantes como al planeta en general.
Actualmente, los espacios de coworking se han consolidado como una alternativa a las oficinas tradicionales, atrayendo a empresas de todos los tamaños. Inicialmente dirigidos principalmente a emprendedores, startups y trabajadores autónomos, el creciente interés de pymes y grandes corporaciones en estos espacios es notable. Según Impact Hub Madrid, una red líder en el sector de coworking en España, se ha observado un aumento significativo en la demanda por parte de estos nuevos perfiles de usuarios, con pymes, grandes empresas y fundaciones representando el 47% de la ocupación de sus espacios. Además, se han identificado cambios de tendencia que están transformando el negocio de los espacios de trabajo compartido.
Los expertos destacan tres tendencias emergentes en el sector. Primero, la ultraflexibilidad, que implica ofrecer opciones personalizadas para adaptarse a las diversas necesidades de los usuarios, como bonos de movilidad y acceso a múltiples ubicaciones dentro y fuera del país. Segundo, el modelo de pago por uso, que permite a los equipos ajustar sus necesidades de espacio según sea necesario, ya sea por horas, días o meses. Y tercero, un aumento en la demanda de espacios privados, como salas de reuniones exclusivas y oficinas cerradas, que ofrecen mayor privacidad en comparación con los espacios abiertos.
La comunidad vibrante y diversa que caracteriza a los espacios de coworking sigue siendo un factor crucial para su éxito. Estos espacios actúan como catalizadores para la generación de sinergias y oportunidades de colaboración entre sus miembros. Mantener y dinamizar esta comunidad es una prioridad clave para redes como Impact Hub. Además, se hace hincapié en la creación de entornos atractivos y acogedores que brinden comodidad y valor agregado a los usuarios. La actualización constante del diseño, mobiliario y servicios, junto con un enfoque centrado en la hospitalidad, contribuye a crear una experiencia de trabajo enriquecedora y gratificante.
En Impact Hub Madrid, una red con cinco espacios de coworking, la comunidad de usuarios supera las 1,800 personas, con una ocupación promedio del 80% durante el año pasado. La flexibilidad ofrecida por estos espacios responde a las necesidades cambiantes de una variedad de usuarios, desde emprendedores individuales hasta grandes corporaciones. Para las empresas, la capacidad de adaptarse ágilmente a nuevas incorporaciones o reducciones de personal, así como la oportunidad de aprovechar la innovación y el espíritu colaborativo de los espacios de coworking, son aspectos especialmente valiosos. En este sentido, Impact Hub ha desarrollado servicios y programas específicos para atender las demandas de estos nuevos perfiles de clientes, que valoran no solo la eficiencia en la gestión del espacio, sino también la comunidad vibrante y las soluciones flexibles que ofrecen estos entornos de trabajo compartido.
En palabras de María Calvo, directora de Impact Hub-Workspaces: “Captar y retener talento es cada vez más importante para las empresas de todos los tamaños, así como atraer a sus equipos a espacios de trabajo donde se genere valor, aprendizaje y colaboración. En los últimos dos años hemos puesto todo nuestro esfuerzo en diseñar nuevos servicios para atender las necesidades de esos nuevos perfiles de clientes, empresas más grandes que no sólo buscan una gestión eficiente de sus espacios de trabajo, sino esas sinergias, un entorno innovador y dinámico y soluciones flexibles que poder aportar a sus equipos. Vemos cada día cómo los usuarios valoran el cuidado que ponemos en las actividades de comunidad y los programas de apoyo, y esto se refleja en su compromiso y permanencia”.