Cepsa y Bio-Oils, una compañía de biocombustibles de Apical, han comenzado la construcción de lo que será la mayor planta de biocombustibles de segunda generación (2G) del sur de Europa. Esta nueva instalación, ubicada en Palos de la Frontera (Huelva), junto al Parque Energético La Rábida, producirá anualmente de manera flexible 500,000 toneladas de combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable (HVO). Esto permitirá a la joint venture formada por ambas compañías duplicar su capacidad de producción actual. La planta, junto con las instalaciones existentes de Cepsa y Bio-Oils en Huelva, conformará el segundo complejo de combustibles renovables más grande de Europa, con una capacidad de producción total de un millón de toneladas al año.
La construcción de esta nueva planta, cuya puesta en marcha está prevista para 2026, representa una inversión de 1200 millones de euros y la creación de 2000 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, durante las fases de construcción y operación.
Esta instalación, que se erigirá con tecnología de vanguardia para la producción de combustibles renovables, se enfocará en minimizar su impacto ambiental. Al consumir hidrógeno renovable y electricidad 100% renovable, y emplear sistemas de recuperación de calor y eficiencia energética, se espera que esta planta emita un 75% menos de CO2 que una planta de biocombustibles convencional. Además, se ha diseñado para alcanzar emisiones netas cero en el medio plazo. También se destacan sus prácticas de uso de agua, ya que solo utilizará aguas recuperadas, y su mínima emisión hídrica, gracias a una robusta planta de tratamiento de aguas.
Además de su enfoque en la sostenibilidad, la planta será nativa digital e incorporará las últimas innovaciones en inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y análisis de datos. Este proyecto no solo beneficiará a la industria local sino que también tendrá un impacto positivo en la economía circular al utilizar residuos orgánicos como materias primas, contribuyendo así a la reducción de desechos y al fomento de prácticas más sostenibles.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha destacado la importancia de este proyecto para la región, subrayando el compromiso de Andalucía con la producción y distribución de energías limpias en Europa. Por su parte, Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha enfatizado la importancia de apoyar iniciativas que impulsen la transición hacia una economía más sostenible.
Cepsa, comprometida con la transición energética, ve en los biocombustibles una solución efectiva para reducir las emisiones de CO2 en el transporte. La compañía está trabajando en el desarrollo de un ecosistema centrado en la producción de moléculas verdes, como el hidrógeno renovable y los biocombustibles 2G, con el objetivo de liderar la transición energética en la región. Con este proyecto, Cepsa avanza hacia su meta de tener una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles para 2030, lo que incluye un importante suministro de SAF para la aviación.