Desde hace más de 30 años, cada 17 de octubre el mundo conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una ocasión que invita a reflexionar sobre los millones de personas que aún hoy la sufren y la responsabilidad compartida que tenemos para erradicarla. La erradicación de la pobreza es un desafío global que implica no solo la falta de recursos económicos, sino también la falta de acceso a servicios básicos, educación, atención médica y oportunidades para una vida digna. Muchos gobiernos, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos se unen en este día para promover la lucha contra la pobreza, mejorar las condiciones de vida de las personas menos favorecidas y abogar por políticas que reduzcan la desigualdad. Es importante recordar que la erradicación de la pobreza es un objetivo fundamental de las Naciones Unidas, y está vinculada a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, en particular al ODS número 1, que busca poner fin a la pobreza en todas sus formas para 2030.
En este día, es esencial profundizar en cómo se mide y se aborda la pobreza. Diversas investigaciones muestran que su medición se ha basado tradicionalmente en evaluar los ingresos o el gasto de una persona o un hogar. El cálculo varía de un país a otro, y se basa principalmente en el gasto medio necesario para cubrir las necesidades básicas, como una dieta nutricionalmente apropiada, una vivienda adecuada, educación primaria y atención médica esencial. Una vez definidas las necesidades, se calcula cuánto cuesta satisfacer cada una de ellas. Con estos datos se establece el umbral de ingreso por debajo del cual se considera que una persona o familia está en situación de pobreza. La línea de pobreza extrema, también conocida como línea de indigencia, se utiliza para identificar a las personas que se encuentran en una situación aún más precaria. Su cálculo es similar al de la línea de la pobreza, pero se basa en el coste de satisfacer solo lo básico para sobrevivir: la alimentación mínima. Las líneas de pobreza se revisan y actualizan periódicamente para tener en cuenta cambios en el coste de cubrir estas necesidades.
Expertos de la Fundación Microfinanzas de BBVA advierten que, para determinar cuántas personas viven en pobreza extrema en todo el mundo, no se puede simplemente sumar las tasas nacionales de pobreza, como hemos visto, los parámetros son diferentes en cada país; por eso, Banco Mundial en 1990 estableció la línea de 1 dólar al día por persona como línea de pobreza internacional, basándose en las que establecieron algunos de los países más pobres del mundo. En 2022 actualizó esta línea, que se utiliza para medir la pobreza extrema mundial, a 2,15 dólares por día para reflejar la subida de precios y según las estimaciones más recientes 691 millones de personas, el 8,6% de la población mundial vive por debajo de esta línea. Actualmente, este organismo utiliza otras dos líneas de pobreza, las de 3,65 y 6,85 dólares por día, para reflejar la realidad de otras zonas del mundo: 3.683 millones de personas, el 45,9% de la población, viven por debajo del umbral de pobreza de 6,85 dólares por día.
“La pobreza no se limita únicamente a la falta de ingresos", explica Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA). “El Índice de Pobreza Multidimensional desarrollado por la Universidad de Oxford considera el acceso a la salud, la educación, la vivienda y el agua como indicadores para evaluar la pobreza. Esta metodología ha sido adoptada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y más de 100 países para evaluar la pobreza en más facetas y diseñar políticas más efectivas para la erradicación de la misma”. Según la actualización de 2023 que presentó el PNUD, 1.100 millones (poco más del 18 por ciento de una población de 6.100 millones de personas) viven en situación de pobreza multidimensional aguda en 110 países. Y es muy llamativo que casi dos terceras partes de todas las personas pobres (730 millones) viven en países de renta media. 25 países han logrado reducir a la mitad los valores de pobreza multidimensional en 15 años, demostrando que es posible obtener avances de manera rápida. Camboya, China, Congo, Honduras, India, Indonesia, Marruecos, Serbia y Vietnam son algunos de los países donde se observan dichos resultados.
Cabe destacar que la FMBBVA fue la primera entidad privada del mundo en usar esta metodología para evaluar la pobreza multidimensional de los hogares de los 3 millones de emprendedores en vulnerabilidad a los que atiende. El 42% sufren carencias en los años de escolarización, el 26% en saneamiento y un 20% en el acceso a agua. “Estamos incorporando esta medición en nuestro día a día, porque en definitiva para acabar con la pobreza, debemos mejorar la calidad de vida y el bienestar de estas personas", añade García Van Gool.
De hecho, la FMBBVA desarrolla iniciativas para mejorar la vivienda: como Construyendo Confianza en Perú, Casafin en Panamá o Ahorro Casa Mía en Colombia; el saneamiento: financiando la construcción de cuartos de baño en alianza con Water.org en Perú y se está replicando en Colombia y Panamá; la educación: con créditos y becas que facilitan el acceso a la educación superior en Colombia y Perú, o la salud: con seguros oncológicos y otras enfermedades graves, así como de asistencias de salud a precios asequibles. Las entidades de la FMBBVA en cinco países han apoyado desde su creación en 2007 a más de 6 millones de personas y han desembolsado más de 19.000 millones de dólares. Un 60% de los emprendedores a los que han atendido salieron de su situación de pobreza. Además, según los datos de su Informe de Desempeño Social 2022, los negocios de los emprendedores a los que atiende progresaron notablemente: sus ventas crecieron en promedio anualmente un 25%, y sus beneficios un 26%.